El año pasado se produjeron en todo el mundo casi 42 millones de toneladas de basura electrónica, que contenían recursos reutilizables por valor de 52.000 millones de dólares, si bien menos de una sexta parte se recicla o reutiliza.
Durante el pasado año, se generaron en todo el mundo 41,8 millones de toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), según desvela un nuevo informe de la Universidad de las Naciones Unidas. Se trata de la cifra más alta calculada hasta ahora, si bien las previsiones apuntan a que la producción de basura electrónica crecerá un 21% hasta 2018, cuando se alcanzarán los 50 millones de toneladas.
El informe, titulado “The Global E-waste Monitor 2014: Quantities, Flows and Resources”, ofrece, con un nivel de detalle y precisión sin precedentes, datos sobre el verdadero tamaño del desafío que supone la generación mundial de RAEE, el continuo progreso en la creación de sistemas de recogida y tratamiento de residuos electrónicos, y las perspectivas de futuro.
La mayor parte de la basura electrónica mundial en 2014 (casi el 60%) eran equipos desechados de cocina, lavandería y baño. Los dispositivos informáticos de de comunicación –tales como teléfonos móviles, ordenadores personales e impresoras– representaron el 7% de los residuos electrónicos del año pasado.
Más específicamente, la generación de RAEE en 2014 se compuso de:
- 12,8 millones de toneladas de pequeños equipos electrónicos, como aspiradoras, microondas, tostadoras, maquinillas eléctricas de afeitar o videocámaras.
- 11,8 millones de toneladas de grandes aparatos, incluidos lavadoras, secadoras, lavavajillas, hornos eléctricos y paneles fotovoltaicos.
- 7 millones de toneladas de aparatos de aire acondicionado y climatizadores.
- 6,3 millones de toneladas de pantallas.
- 3 millones de toneladas de pequeños aparatos TIC.
- 1 millón de toneladas de lámparas.
Si bien los RAEE constituyen una valiosa “mina urbana”, también son una “mina tóxica” de sustancias peligrosas que deben ser gestionadas con las precauciones necesarias
Los RAEE representan alrededor de 52.000 millones de dólares en recursos potencialmente reutilizables; sin embargo, las cantidades que se recogen para su recuperación –o incluso para su tratamiento y vertido controlado– son aún muy pequeñas. Se calcula que menos de la sexta parte de estos RAEE se habrán reciclado o preparado para su reutilización.
Si bien los RAEE constituyen una valiosa “mina urbana” –una reserva potencial de materiales reciclables–, también son una “mina tóxica” de sustancias peligrosas que deben ser gestionadas con las precauciones necesarias, algo que rara vez ocurre
El informe de la UNU estima que los RAEE desechados el año pasado contenían alrededor de 16.500 kilotoneladas de hierro, 1.900 kilotoneladas de cobre y 300 kilotoneladas de oro, así como significantes cantidades de plata, aluminio, paladio y otros recursos potencialmente reutlizables.
Pero también contienen cantidades importantes de sustancias tóxicas y peligrosas para la salud como mercurio, cadmio, cromo y clorofluorocarbonos, que destruyen el ozono
De acuerdo al informe, solo dos países –Estados Unidos y China– generaron cerca de la tercera parte de toda la basura electrónica producida en 2014.
Según David Malone, subsecretario general de Naciones Unidas y rector de la UNU, el informe “proporciona una base a las autoridades nacionales, los productores y la industria del reciclaje para planificar los sistemas de recogida. También puede facilitar la cooperación para controlar el comercio ilegal, apoyar el desarrollo y transferencia de la tecnología necesaria y ayudar a las organizaciones internacionales, gobiernos y centros de investigación en sus esfuerzos para el desarrollo de medidas apropiadas. Esto conducirá eventualmente a mejorar la eficiencia de los recursos y reducir los impactos ambientales y sobre la salud de los residuos electrónicos”.
porque no poneis una grafica