Conocido como electrometano o metano sintético, el e-metano es un gas renovable que se produce capturando dióxido de carbono (CO2) y combinándolo con hidrógeno verde. Actualmente hay 35 plantas operativas en el continente.
La Asociación Europea del Biogás (EBA), en colaboración con expertos en biogás y tecnologías de metanización, ha lanzado la primera evaluación del despliegue del e-metano en Europa. Conocido como electrometano o metano sintético, este combustible renovable está llamado a desempeñar un papel clave en la red eléctrica europea, aumentando la producción de biometano en los próximos años y permitiendo sinergias innovadoras entre los biogases y la producción de hidrógeno en el futuro mix energético.
En el proceso de metanización, el hidrógeno renovable producido a partir del exceso de electricidad renovable se combina con el CO2 biogénico del biogás bruto para producir e-metano, que puede almacenarse en la red de gas, proporcionando una solución crucial de almacenamiento de energía y potenciando la flexibilidad del sistema energético.
Según el libro blanco «Mapping e-methane plants and technologies», la producción de e-metano en Europa se está expandiendo rápidamente. Actualmente hay 35 plantas operativas, 33 de las cuales son totalmente renovables. Alemania encabeza la lista con 14 instalaciones. Además, hay 20 nuevas plantas de e-metano previstas o en construcción en Europa, lo que indica un mayor crecimiento del sector.
La metanización ha dado buenos resultados en varios proyectos piloto y de demostración, como el proyecto BIOMETHAVERSE, financiado por la UE, que muestra vías innovadoras de producción de biometano. Entre ellos, un estudio de caso en Suecia. «Nuestra planta de demostración muestra la metanización biológica de gas de síntesis para producir 16 kW de metano a partir de residuos forestales e hidrógeno renovable entre 2024 y 2026», explica Karin Berg, ingeniera de I+D de RISE Research Institutes of Sweden.
En los últimos ocho años, la capacidad de producción de e-metano en Europa ha aumentado de 20 GWh anuales a 449 GWh anuales. Las previsiones indican que en 2027 esta capacidad casi alcanzará los 3.000 GWh anuales, equivalentes a 0,27 billones de metros cúbicos (bcm). Finlandia, Alemania y Dinamarca son pioneras en este despliegue, con las mayores capacidades de producción.
La producción de e-metano también tiene un gran potencial para valorizar el CO₂ biogénico. De hecho, más del 80% de las plantas identificadas utilizan CO2 biogénico en sus procesos. Además, su versatilidad como fuente de combustible bajo en carbono lo convierte en un valioso contribuyente a la descarbonización de todos los sectores económicos de Europa, incluidos el transporte, los edificios y la industria.
Un marco legislativo sólido es esencial para aprovechar todo el potencial del e-metano. «Para ayudar a la UE a alcanzar sus objetivos energéticos y climáticos, los responsables políticos deben garantizar la seguridad jurídica y la igualdad de condiciones para todas las fuentes de energía renovables, incluidos el biometano y el e-metano. Esto impulsará la producción y apoyará su desarrollo y uso», afirma Anna Venturini, directora de Política de la Asociación Europea de Biogás (EB).
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