El Consejo de Ministros ha aprobado hoy la nueva normativa sobre RAEE, que contempla objetivos específicos de preparación para la reutilización, una actividad que puede crear 4.700 puestos de trabajo directos.
El Consejo de Ministros ha aprobado hoy, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el nuevo Real Decreto sobre Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), que incluye una batería de nuevas medidas para mejorar su recogida separada y gestión.
La gestión de este tipo de residuos –que contienen materiales valiosos, pero también sustancias peligrosas que hay que tratar– comienza con su adecuada entrega en las instalaciones de recogida municipales –los puntos limpios–, las tiendas de aparatos eléctricos y electrónicos, los gestores autorizados y los puntos específicos habilitados por los fabricantes.
El Real Decreto transpone la normativa comunitaria sobre RAEE (Directiva 2012/19/UE, de 4 de julio), para cumplir los objetivos de recogida y gestión que nos impone la norma comunitaria, clarificar los puntos de recogida y las obligaciones de información en esta materia y mejorar el control del traslado de este tipo residuos fuera de la Unión Europea.
Asimismo, para impulsar la prevención de la generación de este tipo de residuos, la norma fomenta tratamientos como la preparación para la reutilización, que permite poner en el mercado de nuevo el mismo producto una vez que se haya reparado. Para ello, establece requisitos para los gestores que garanticen que la preparación para la reutilización se realiza de manera adecuada.
Empleo verde
El nuevo Real Decreto incluye objetivos específicos de preparación para la reutilización a partir de 2017 (con un objetivo del 2% en grandes electrodomésticos y del 3%, en el caso de aparatos de informática y de telecomunicaciones pequeños), ya que se trata de la forma de gestión prioritaria dentro de la jerarquía de residuos, al optimizar la utilización de recursos.
Por primera vez, la venta de aparatos eléctricos o electrónicos a través de Internet deberá garantizar también que los compradores puedan entregar los residuos que generen
Con ello, se estimula además la creación de puestos de trabajo asociados a esta actividad de reparación que permitirá una nueva puesta en el mercado de los productos y el aumento de su vida útil.
El sector de los residuos es el mayor generador de empleo verde en España –representa un 27% del total del empleo de este tipo en nuestro país–, mientras que la preparación para la reutilización de los RAEE puede generar alrededor de 4.700 empleos directos, según estimaciones recientes.
En este sentido, la nueva normativa incluye los requisitos técnicos necesarios para que esta actividad de preparación para la reutilización pueda realizarse con todas las garantías para la salud, el medio ambiente y los consumidores de los nuevos productos.
Otra de las novedades de la norma aprobada hoy es que los establecimientos de venta de aparatos eléctricos y electrónicos deberán aceptar gratis los aparatos muy pequeños ya usados –como los teléfonos móviles–, sin que el consumidor deba comprar otro a cambio, siempre que dicho comercio disponga de más de 400 metros cuadrados.
Asimismo, y por primera vez, la venta de aparatos eléctricos o electrónicos a través de Internet deberá garantizar también que los compradores puedan entregar los residuos que generen, de igual manera que en las tiendas físicas.
Mejor trazabilidad y control
El Real Decreto, por otra parte, incorpora elementos para hacer posible la mejora del control y supervisión por las administraciones públicas de la gestión de estos residuos y clarifica la actividad de los agentes que intervienen en el proceso y sus obligaciones.
La normativa aprobada introduce los requisitos técnicos para que las comunidades autónomas otorguen las autorizaciones de las plantas de tratamiento de estos residuos electrónicos
Para ello, crea una Plataforma Electrónica en la que se incluirán los datos de la recogida y gestión de RAEE, financiada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y los productores, y una Oficina de asignación de recogidas, que será supervisada por las administraciones públicas implicadas.
Con la nueva regulación, los objetivos de gestión de residuos serán exigibles a nivel autonómico (y no solo de ámbito nacional como hasta ahora) y se establecerán, entre otros parámetros, en función de la población de la Comunidad Autónoma, para que estas puedan ejercer sus competencias de inspección y control de una manera efectiva.
Por último, la normativa aprobada también introduce los requisitos técnicos para que las comunidades autónomas otorguen las autorizaciones de las plantas de tratamiento de estos residuos, homogeneizando los tratamientos que se han de cumplir en todo el territorio del Estado.