Participan en la campaña que impulsa la Concejalía de Medio Ambiente para fomentar la responsabilidad de los comercios en la sostenibilidad del entorno.
Un total de 130 comercios y establecimientos están participando en la campaña de fomento de la sostenibilidad impulsada por el Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Valencia y la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, lo que ha permitido calcular la huella de carbono derivada de sus respectivas actividades comerciales y su repercusión sobre el medio ambiente.
Según explicó la Concejala delegada del Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Mª Àngels Ramón-Llin, esta campaña de sensibilización medioambiental “pretende reconocer las buenas prácticas de los comercios y establecimientos que favorezcan y colaboren con la sostenibilidad, calculando sus emisiones a la atmósfera y recibiendo asesoramiento en la materia, y al mismo tiempo, fomentar buenas prácticas medioambientales entre los ciudadanos”.
La primera fase de esta campaña, puesta en marcha el pasado mes de junio, ha consistido en el cálculo de la ‘huella de carbono’ a los comercios adheridos al programa, para lo cual se ha llevado a cabo un estudio personalizado de cada establecimiento, en función de su actividad y de los sectores a los que pertenecen, en su mayoría del ámbito de la moda, alimentación, hostelería, librerías y papelerías, decoración, textil, belleza y salud.
Así, a través de preguntas sencillas relacionadas con el consumo de recursos energéticos, hídricos, hábitos de reciclaje, o el transporte derivado de su actividad, el Ayuntamiento ha calculado la huella de carbono personalizada de cada establecimiento.
Conocer el impacto ambiental
Como es conocido, la huella de carbono es una medida indirecta que refleja el impacto de una actividad determinada (en este caso la actividad comercial) sobre el medio ambiente, mediante el cálculo de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. “De este modo, esta iniciativa permite conocer y mejorar el impacto que la actividad de los comercios tiene sobre el medio ambiente”, explicó la Concejala Ramón-Llin.
Se trata, tal como destacó la Concejala, de “apoyar y respaldar la labor que ya realiza una mayoría de los establecimientos del centro urbano, de mejorar sus prácticas cotidianas, y de darlas a conocer ante los ciudadanos y visitantes, sus clientes”.
Además de conocer cuál es su huella de carbono, los comercios adheridos al programa recibirán un estudio sobre su impacto ambiental, su situación con respecto a la media de su sector, o en qué recursos se reparten el total de sus emisiones contaminantes, como electricidad, calefacción, gases refrigerantes, vehículos de empresa o medios de transporte.
Por otro lado, los técnicos medioambientales de la Concejalía proporcionarán pautas a los comercios para que mejoren su gestión ambiental, y se reconocerá su participación en esta iniciativa. Para ello, se otorgará un sello distintivo al comercio que responda a esta acción de cuidado medioambiental, como garantía y reconocimiento de su labor, sello que los establecimientos podrán exhibir en sus escaparates o en el interior de sus locales como distintivo de calidad y compromiso medioambiental.