Desarrollado por TheCircularLab, el mapa goCircular Radar está abierto a startups innovadoras de las distintas cadenas de valor del mercado, desde el packaging, hasta la electrónica, las TIC o el textil, entre otros.
La apuesta por la economía circular en el sector emprendedor sigue cobrando protagonismo y cada vez son más las startups que dirigen su actividad hacia este campo, desarrollando productos y servicios bajo las premisas del modelo de economía circular, que persigue la reducción, la reutilización y el reciclaje de residuos.
En concreto, goCircular Radar, el primer mapa de empresas innovadoras del ámbito de la economía circular, suma ya más de 300 startups, de las cuales 200 son españolas. Con esta comunidad, impulsada por TheCircularLab, el centro de innovación abierta de Ecoembes, se pretende fomentar y acreditar el trabajo realizado por cientos de emprendedores y emprendedoras que contribuyen al avance hacia un modelo de desarrollo más sostenible. Así, este ecosistema se ha convertido en uno de los puntos de encuentro y colaboración del emprendimiento verde.
Este “mapa” circular está abierto a las distintas cadenas de valor del mercado, desde el packaging, hasta la electrónica, las TIC o el textil, entre otros.
Forman parte de él startups como Circoolar, que confeccionan ropa ética y sostenible bajo los principios del ecodiseño para facilitar su posterior reciclaje; Humara, pioneros en el desarrollo de herramientas de software que optimizan el diseño de las plantas de tratamiento de residuos, o Greyparrot, impulsores de una plataforma que, a través de la inteligencia artificial (IA), analiza la composición de los residuos que llegan a las plantas de selección, permitiendo aumentar su eficiencia.
En palabras de David Ceniceros, especialista en emprendimiento en TheCircularlab, “la tecnología ha ido cobrando aún más importancia, y en concreto, se ha convertido en una herramienta esencial en favor de la lucha contra la emergencia climática”.
En concreto, para formar parte de este ecosistema es necesario tener una antigüedad inferior a diez años, disponer de un nivel de innovación en sus productos o en su modelo de negocio y ofrecer una cartera de soluciones que puedan contribuir a la economía circular. “Con este tipo de iniciativas avanzamos en la atracción del mejor talento emprendedor, potenciamos su visibilidad y continuamos compartiendo conocimiento en torno a la economía circular”, afirma Ceniceros.