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Investigadores de la Universidad de Newcastle, en Australia, han constatado la liberación de pequeñas cantidades de microplásticos al rasgar o cortar un embalaje de plástico, o al abrir una botella.

Abrir envases de pl´pastico también genera microplásticos

Un acto tan sencillo y habitual como es abrir los envases de plástico -como las bolsas y botellas de este material-, puede contribuir a la generación de pequeñas cantidades de microplásticos -partículas de plástico de tamaño inferior a 5 mm-, según un estudio publicado en Scientific Reports.

Se conoce que, generalmente, los microplásticos se originan directamente en la industria, por ejemplo como exfoliantes cosméticos, o indirectamente a partir de la descomposición de artículos de plástico más grandes a lo largo del tiempo. Sin embargo, no se ha estudiado a fondo la contribución a este problema de acciones diarias como cortar o desgarrar los envases y recipientes de plástico, o girar el tapón de las botellas para abrirlas.

El investigador de la Universidad de Newcastle (Australia) Cheng Fang, junto son sus colegas, ha evaluado la generación de microplásticos durante el desgarro de los envases de chocolate, el corte de las cintas de sellado y la apertura de los tapones de las botellas de plástico. La generación de microplásticos durante estos procesos se confirmó mediante pruebas químicas y de microscopía.

Los autores descubrieron que se generaban diferentes formas y tamaños de microplásticos durante el desgarro o el corte. Estos incluían fibras y fragmentos con tamaños que iban desde nanómetros hasta milímetros. Los autores estimaron que se pueden generar de diez a 30 nanogramos (0,00001-0,00003 miligramos) de microplásticos por cada 300 centímetros de plástico durante el corte o la torsión, dependiendo del enfoque de la apertura y las condiciones del plástico, como la rigidez, el grosor o la densidad.

Los resultados sugieren así que acciones cotidianas como la apertura de bolsas y botellas de plástico podrían ser fuentes adicionales de pequeñas cantidades de microplásticos; sin embargo, su riesgo, su posible toxicidad y la forma en que pueden ingerirse todavía no se han resuelto y es necesario seguir investigando sobre la exposición humana a estas micropartículas.

«En esta etapa, no hay suficiente información para determinar si existen riesgos como resultado de esta ingestión de microplásticos, por lo que esperamos continuar nuestro trabajo y determinar las implicaciones para la salud», dijo el Dr. Fang.

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