El 83% del aceite industrial usado recogido en el País Vasco durante el pasado año se destinó a regeneración, el tratamiento que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes. El 17% restante se destinó a valorización energética.
El aceite industrial es un producto ampliamente utilizado en diversos ámbitos de nuestra sociedad debido a su versatilidad. Además de su aplicación en los motores de vehículos, se emplea en una gran variedad de procesos industriales y en otras actividades donde se utilizan engranajes y maquinaria de cualquier tipo: desde el pequeño generador de energía de un hotel hasta un aerogenerador en la cima de una colina. Debido a esta diversidad de usos, se generan aceites usados en todos los rincones del territorio.
En 2022, cerca de 3.000 establecimientos vascos de todo tipo generaron 23.027 toneladas brutas de aceites industriales usados (una cantidad que incluye un 62% de impropios, como agua o sedimentos). Cerca de la mitad de estos establecimientos (1.343) fueron talleres mecánicos (establecimientos multimarca, multiservicios, concesionarios, mecánica rápida, etc.), sin embargo, la industria fue la actividad de mayor generación de este residuo peligroso, con el 66% del volumen total recuperado en esta comunidad por SIGAUS, el sistema encargado de gestionar este residuo peligroso en toda España.
El resto del residuo se recogió en sectores muy heterogéneos, como la agricultura, el comercio, la hostelería, el transporte o la construcción, y puntos de generación muy diversos, como hospitales, instalaciones militares, campos de golf, centros educativos o puntos limpios, entre otros, que junto a los establecimientos industriales sumaron un total de 1.534 establecimientos (el 53% del total).
Protección ambiental en zonas vulnerables
El consumo de lubricantes en actividades económicas tan diversas conlleva que los aceites usados resultantes se generen de manera muy fragmentada y dispersa en el territorio, lo que requiere de una operativa compleja y costosa. Durante el pasado año, a través de la red de gestores que recogen aceites usados, se llevaron a cabo 8.555 recogidas en los 181 municipios vascos en los que se generó este residuo.
Un gran número de recogidas tuvieron lugar en áreas rurales, donde se ubican el 17% (302) de los establecimientos atendidos por SIGAUS. En ellos se recuperaron 3.815 toneladas de aceites industriales usados. La recuperación del residuo en este entorno es especialmente importante, ya que la mayoría de zonas vulnerables desde el punto de vista medioambiental (como espacios naturales protegidos, ríos o humedales) se encuentran en el medio rural.
El País Vasco se caracteriza por una gran riqueza natural. En 2022 SIGAUS recogió 85 toneladas de aceites usados en las inmediaciones de 11 espacios protegidos (Parques Naturales, Reservas de la Biosfera y Zonas Ramsar). Sólo en los alrededores de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai se recogieron 16 toneladas de aceites usados en 6 establecimientos.
Por otro lado, en el entorno de recursos hídricos —como ríos, lagos o embalses— y de zonas sensibles a la eutrofización del País Vasco, se recogieron 577 toneladas de aceites usados generados en 84 establecimientos ubicados a menos de 250 metros. La recuperación del residuo en estas áreas es vital, ya que un vertido de aceite industrial usado en el agua puede perdurar durante 15 o 20 años, impidiendo su oxigenación y dañando gravemente los ecosistemas existentes en estos entornos acuáticos.
Transformando residuos en recursos valiosos
La transformación de los residuos en nuevos recursos es una de las mejores vías para reducir el consumo de materias primas, esenciales para fabricar todo tipo de productos para una población global en constante crecimiento. Este es el caso del aceite industrial usado, un residuo que, bien gestionado, puede ser valorizado en su totalidad. En su composición mantiene los recursos materiales y energéticos de origen, siendo de gran valor para ser transformado en nuevos productos, o como fuente de energía.
En el País Vasco, el 83% del aceite usado gestionado durante el pasado año fue tratado mediante regeneración, el tratamiento ambientalmente prioritario. El volumen de residuo destinado a este proceso, 7.253 toneladas, permitió la producción de 4.540 toneladas de nuevos lubricantes. Gracias a esta gestión, se evitó el consumo de los 2,1 millones de barriles de petróleo que habrían sido necesarios para fabricarlos mediante el refino del petróleo. Además, la regeneración de aceite usado gasta menos energía y emite menos gases de efecto invernadero que la producción de lubricantes de primer refino. En este sentido, la regeneración del aceite usado evitó la emisión a la atmósfera de 4.838 toneladas de CO2.
Los aceites usados que no fueron destinados a regeneración, 1.470 toneladas (17%), se sometieron a un proceso de descontaminación mediante procesos físicos (decantación, centrifugación y filtrado) y reactivos químicos para convertirlos en un combustible de uso industrial, de características similares al fuel óleo tradicional, que es utilizado en centrales térmicas, cementeras, papeleras, equipos marinos, etc. Gracias a este tratamiento, se evitó la emisión a la atmósfera de 805 toneladas de CO2 y el consumo de cerca de 152.000 barriles de petróleo que se habrían necesitado para fabricar ese combustible a partir del petróleo.
“Gracias al aprovechamiento del aceite usado de nuestros coches y máquinas, no solo evitamos el impacto ambiental de un residuo peligroso, sino que reducimos el uso de una materia prima no renovable como es el petróleo, más aún en el contexto de crisis energética actual. Además de un importante ahorro económico, los procesos para obtener los productos de segunda generación consumen menos energía y emiten menos gases de efecto invernadero que los procesos tradicionales”, afirma Eduardo de Lecea, Director General de SIGAUS.
16 años evitando que el aceite industrial usado contamine el medio ambiente
Desde el inicio de su actividad, en 2007, SIGAUS ha cumplido con los objetivos ecológicos que la normativa vigente (Real Decreto 679/2006) exige en cuanto a la recogida y tratamiento de aceites industriales usados para prevenir su incidencia ambiental. Todo ello gracias a la articulación de un servicio de recogida de gran capilaridad en el territorio y de un Sistema de Información Tecnológico que permite la trazabilidad del residuo desde que es recogido hasta que se convierte en un nuevo producto en las instalaciones de gestión final. A continuación se presentan algunos de los principales logros del Sistema, conseguidos durante casi dos décadas dedicada a la gestión de este residuo peligroso en España:
- 2,2 millones de toneladas de aceites usados recogidas en toda España.
- Valorización del 100% de los aceites usados recuperados.
- Más de 1,5 millones de toneladas destinadas a procesos de regeneración para la fabricación de nuevas bases lubricantes.
- Más de 1 millón de toneladas de CO2 evitadas gracias al tratamiento del residuo mediante su regeneración.