Los Estados miembros también podrán dar otros usos al agua regenerada y reutilizarla, por ejemplo, en la industria o con fines recreativos y medioambientales.
La UE está tomando nuevas medidas para reducir el riesgo de escasez de agua para el riego de los cultivos. Los representantes permanentes en la UE de los Estados miembros han refrendado un acuerdo provisional alcanzado con el Parlamento Europeo sobre un Reglamento que facilita el uso de las aguas residuales urbanas tratadas para el riego agrícola. Este refrendo allana el camino para la adopción final.
Estas normas ayudarán a Europa a adaptarse a las consecuencias del cambio climático. El Reglamento, acorde con el concepto de la economía circular, mejorará la disponibilidad de agua y fomentará su utilización eficiente. Garantizar que haya suficiente agua disponible para el riego agrícola, en particular durante las olas de calor y las sequías más intensas, puede ayudar a evitar la pérdida de cosechas y la escasez de alimentos.
Puesto que las condiciones geográficas y climáticas varían enormemente de un Estado miembro a otro, estos últimos podrán decidir que la utilización de agua regenerada para el riego agrícola no es una solución adecuada para una parte o para la totalidad de su territorio.
Los Estados miembros también podrán dar otros usos al agua regenerada y reutilizarla, por ejemplo, en la industria o con fines recreativos y medioambientales.
El Reglamento establece requisitos estrictos en lo que respecta a la calidad del agua regenerada y a la supervisión de esa calidad, a fin de garantizar la protección del medio ambiente y de la salud humana y animal.
El ahorro de recursos hídricos como resultado de la reutilización del agua será objeto de campañas de sensibilización general en aquellos Estados miembros en los que el agua regenerada se utilice para el riego agrícola.
Se ha pedido a la Comisión que evalúe la necesidad de revisar los requisitos mínimos del agua regenerada, atendiendo para ello a los resultados de una evaluación de la aplicación de este Reglamento o siempre que así lo exijan nuevos conocimientos científicos y técnicos.
Experiencia en el uso de agua regenerada
Varios Estados miembros tienen una experiencia dilatada y satisfactoria en la utilización del agua regenerada para diferentes fines, entre ellos el riego agrícola. Esta práctica se considera mejor para el medio ambiente que otros métodos de abastecimiento de agua, como los trasvases o la desalinización. Las nuevas normas resultarán especialmente útiles en regiones en las que, pese a las medidas preventivas adoptadas para reducir la demanda, esta sigue siendo superior a la oferta. Las normas existentes en la UE en materia de higiene de los productos alimenticios siguen siendo de aplicación y se respetarán plenamente.
La Comisión Europea adoptó la propuesta de Reglamento sobre los requisitos mínimos para la reutilización del agua el 28 de mayo de 2018, en el contexto de las medidas necesarias para poner en práctica el Plan de Acción para la Economía Circular. El Parlamento Europeo aprobó su posición sobre la propuesta el 12 de febrero de 2019. El Consejo acordó su posición (orientación general) el 26 de junio de 2019.
Las negociaciones con el Parlamento Europeo se iniciaron el 10 de octubre y finalizaron con un acuerdo provisional el 2 de diciembre, que ha sido refrendado ahora por los representantes permanentes de los Estados miembros. Esto allana el camino para la adopción formal de las nuevas normas en 2020.
El Reglamento se publicará después en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrará en vigor a los veinte días de su publicación. Será aplicable a partir del tercer año desde la fecha de entrada en vigor.