La UTE liderada por Urbaser se hace con el contrato para construir y explotar durante 32 años el futuro Centro Medioambiental de Gipuzkoa, que constará de una planta de valorización energética de residuos y una instalación de tratamiento mecánico-biológico.
La asamblea del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK) ha aprobado la adjudicación de la construcción, gestión y explotación del Centro Medioambiental de Gipuzkoa –que incluye una planta de valorización energética de residuos– a la UTE liderada por Urbaser. La instalación adjudicada, que se ubicará en Zubieta, contará con una tecnología muy avanzada en materia de emisiones que le permiten superar los parámetros de las normativas más exigentes y de la Autorización Ambiental Integrada concedida por el Gobierno Vasco. El plazo previsto para la construcción y puesta en marcha es de 30 meses.
Para el Diputado General Markel Olano “este proyecto dará una respuesta integral a las necesidades del territorio a través de una solución moderna, eficiente y diseñada para colocar a Gipuzkoa al nivel, o por encima, de los países más avanzados”.
Olano ha asegurado que la UTE adjudicataria construirá las instalaciones más avanzadas de Europa. Respecto a las emisiones de dioxinas la Diputación será más exigente que la propia normativa europea. “Por eso, podemos afirmar que Gipuzkoa contará con una incineradora más avanzada que las que operan en las grandes capitales europeas”.
El Presidente del Consorcio y diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio ha subrayado el alto nivel de las tecnologías ambientales aplicadas en esta instalación, que no solo la sitúan muy por debajo de los parámetros de emisiones fijados por la normativa europea, sino que le permitirán estar preparada para afrontar en el futuro legislaciones más estrictas en esta materia.
Asimismo, ha destacado que desde el punto de vista energético, se aplica una tecnología muy eficiente y de gran rendimiento que evitará 94.000 toneladas de CO2 en emisiones al medio ambiente, generando energía para abastecer a 45.000 hogares.
El sistema de depuración permitirá mejoras muy importantes en las emisiones, destacando una reducción del 70% de las emisiones de dioxinas que fija la normativa europea. La tecnología empleada permite que el nivel de exigencia y garantías aplicado en la planta sea mucho más exigente que el que fija la norma para otro tipo de industrias. Así, por ejemplo, en partículas totales las emisiones del centro serán 15 veces menores que las que la normativa permite para una cementera, 10 veces menor que las autorizadas para la siderurgia o 75 veces menor que las aplicadas a la industria química.
Otro aspecto destacable de la oferta ganadora es el factor de rendimiento energético de la instalación propuesta, que supera en un 30% lo solicitado en los pliegos y lo exigido por la normativa europea en esta materia.
En lo que se refiere también al aprovechamiento de los materiales, la planta de tratamiento mecánico-biológico (TMB) prevista en la instalación garantiza la recuperación de unas 10.000 toneladas anuales de materiales de la fracción resto tratada, es decir, un 7,7% frente al 5% que exigía el pliego.
La oferta más competitiva
Por lo que se refiere a los aspectos económicos, la oferta adjudicada es la más competitiva de las presentadas y representa una baja del 25% sobre los presupuestos fijados en los pliegos y un ahorro de dos millones de euros anuales (64 millones en total en el período de vigencia del contrato) frente a su más inmediato competidor.
En concreto, la UTE deberá hacerse cargo de una inversión de 217 millones de euros para la construcción y puesta en marcha del centro, con sus plantas de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) y de Valorización Energética (PVE). En el momento en que el complejo comience a funcionar, el contratista recibirá 24 millones anuales, cantidad que comprende los pagos por la inversión realizada y por la gestión de la instalación, lo que hace un total de 768 millones durante los 32 años de vigencia del contrato.
La oferta ganadora está integrada, además de por Urbaser, compañía líder en la gestión y tratamiento de residuos, y las empresas guipuzcoanas LKS, Moyua, Murias y Altuna y Uria, por el fondo francés Meridian Investments, con una larga experiencia en financiación de infraestructuras, y el tecnólogo alemán Steinmuller Babcok. Precisamente, este último es el responsable de las tecnologías aplicadas en el horno de la planta de valorización y es un referente mundial en esta materia, con 460 unidades de combustión instaladas y 49 plantas de este tipo en todo el mundo.
Protestas contra la incineradora
Este martes, justo un día antes de darse a conocer la adjudicación del complejo, cientos de personas se manifestaron por las calles de Donostia en contra de la construcción de la incineradora de Zubieta.
En el mismo sentido, EH Bildu, Podemos, Equo y Ezker Anitza han firmado un manifiesto conjunto en contra de la planta de valorización energética, al considerar que no responde a las necesidades reales de Gipuzkoa en materia de residuos. El documento recuerda que quemar residuos «está alejado de la economía circular que se prioriza desde la UE» y propone apostar por otro modelo en el que primen el reciclaje y el compostaje de todos los residuos recuperables, y la inertización del resto para que no contaminen.
Los firmantes del manifiesto califican la incineradora de solución injusta, ya que todos los municipios «deberán pagar prácticamente lo mismo», independientemente de sus tasas de reciclaje. También afirman que se trata de un modelo incompatible con la salud pública y la lucha contra el cambio climático.