La nueva instalación tendrá capacidad para tratar 15.000 toneladas anuales de materia orgánica procedente de la recogida separada y producirá 6.000 toneladas de compost.
La empresa pública gallega Sogama ha adjudicado a la UTE Cespa-Arias-Petrolam-Prace, por un importe de 15.109.215 euros (IVA incluido), la obra de ejecución y puesta en marcha de una planta de compostaje de biorresiduos en el municipio de Vilanova de Arousa (Pontevedra).
Esta instalación se integrará en la red de infraestructuras diseñada por la Xunta para que la mayor parte de los ayuntamientos adheridos a Sogama puedan acceder a la valorización de la materia orgánica mediante su conversión en compost.
Conforme a la normativa vigente, los ayuntamientos están obligados a implantar, antes del 31 de diciembre de 2023, la recogida diferenciada de los residuos orgánicos. Si bien se trata de una competencia municipal, la Xunta pondrá a disposición de los entes locales los medios necesarios para que den debido cumplimiento a la legislación vigente en el ámbito de los residuos.
La planta de biorresiduos de Vilanova, junto con la de Cervo (Lugo), Verín (Ourense) y Cerceda (A Coruña) –esta última ya en funcionamiento–, contarán con el apoyo de 13 plantas de transferencia a las que se dotará de una tolva específica para el trasvase de la materia orgánica. Serán 17 instalaciones en total con las que se dará cobertura a prácticamente todo el territorio gallego, propiciando que los municipios cuenten con una planta de biorresiduos o de transferencia a menos de 50 km de distancia.
CARACTERÍSTICAS
La nueva planta de compostaje se ubicará en el polígono industrial de Baión, donde Sogama adquirió siete parcelas que suman una superficie de 20.000 metros cuadrados y por las que realizó un desembolso de 1,5 millones de euros.
Dará servicio a 26 concellos (326.846 habitantes), contará con capacidad para tratar hasta 15.000 toneladas anuales de materia orgánica y otras 7.000 toneladas de podas y restos de madera, y producirá alrededor de 6.000 toneladas/año de compost, que se destinará al sector de la agricultura como abono natural y sostenible, en sustitución de los fertilizantes artificiales
La planta integrará la totalidad del proceso del compostaje de los residuos recibidos, que se llevará a cabo en naves cerradas, comprendiendo todas las fases (pretratamiento, fermentación, maduración y almacenamiento), así como los correspondientes tratamientos de aire y de aguas, haciendo uso en todo momento de las últimas tecnologías disponibles, tanto de procesado como de control de olores y ruido. La operativa industrial se alimentará con energía renovable (a través de paneles solares, fundamentalmente).
PLAZOS
La previsión es que las instalaciones integradas en esta red, a la que se destina una inversión de 38.600.000 euros, entren en funcionamiento a finales de 2022, propiciando que, junto con otras plantas públicas y privadas de compostaje, la recogida selectiva de los residuos orgánicos sea una realidad en Galicia y se avance de forma sustancial hacia el cumplimiento de los objetivos europeos de reciclaje para el año 2025.
Esta actuación cuenta con una cofinanciación de los Fondos FEDER como parte de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia de la Covid-19