La plataforma para el reciclaje de residuos electrónicos y pilas, que instauró en España esta estrategia de gestión en 2012, analiza su impacto tras diez años de funcionamiento.
El modelo de gestión de varios sistemas colectivos de gestión de residuos bajo una única entidad administradora ha permitido optimizar un 30% esta actividad en nuestro país, según concluye un análisis de Recyclia que analiza este tipo de modelo del que fue pionera en España hace una década, para su aplicación a la gestión de pilas y baterías y de RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos), a través de sus fundaciones medioambientales Ecopilas, Ecofimática y Ecoasimelec.
Según las conclusiones de Recyclia, este modelo, que ha sido adoptado posteriormente por distintos actores de este mercado, no sólo ha permitido reducir los costes, sino también dotar de flexibilidad y capacidad de adaptación a los sistemas existentes o de nueva creación para absorber nuevas tipologías de residuos, según las necesidades y tendencias del mercado, así como generar sinergias en la gestión de aparatos electrónicos y pilas.
Así, y en el caso de Recyclia, centrada en la gestión y reciclaje de aparatos electrónicos, el modelo ha permitido reducir notablemente el tiempo necesario para asumir la gestión de los flujos de residuos derivados de nuevos mercados, tales como el de paneles fotovoltaicos o baterías de vehículos de movilidad eléctrica, entre otros.
Según Recyclia, la capacidad de interlocución con las administraciones públicas, la compartición de conocimiento y el acceso a I+D en el ámbito del reciclaje, y el aprovechamiento de una capacidad de gestión aplicable a todo tipo de residuos son los elementos clave para la dinamización del sector que proporciona este modelo. A ello, a juicio de Recyclia, se suman la formación de profesionales y capacidad de creación de empleo, labor fundamental, apunta la entidad, en un sector con un peso socioeconómico cada vez más relevante en la economía verde, o el aprovechamiento de sinergias para, por ejemplo, la ejecución de campañas de sensibilización medioambiental.
Sobre este particular, resalta Recyclia, es de destacar que la fundación Ecopilas recoge diariamente 370.425 unidades de pilas domésticas, es decir, depositadas directamente por los consumidores en los más de 46.000 puntos de recogida para estos residuos distribuidos por toda España.
Este modelo de gestión ha permitido a Recyclia reciclar más de 323.000 toneladas de residuos de aparatos electrónicos desde 2012 y más de 45.000 toneladas de pilas y baterías, de las que un 58% (26.400 toneladas) son domésticas. Este último dato sitúa a nuestro país en quinta posición en Europa por volumen de gestión de este tipo de residuos, según la patronal de sistemas colectivos de gestión de pilas, Eucobat. Además, el modelo también ha suscitado el interés fuera de nuestro país. Así, durante estos diez años, Recyclia ha sido invitada a explicar su estrategia de gestión de residuos por más de 15 países, entre ellos Chile, Argentina, Ucrania o Montenegro, en distintos foros sobre esta materia.
Según José Pérez, consejero delegado de Recyclia, “los resultados del impacto de nuestra primera década de actividad demuestran que acertamos plenamente cuando adoptamos, de forma pionera, la figura jurídica de entidad administradora en el sector del reciclaje electrónico y de pilas de nuestro país. Además, -añade Pérez- este modelo nos ha permitido afrontar exitosamente los retos que a veces plantean situaciones no previstas, tales como la paralización de la actividad productiva provocada por la Covid-19 o la actual invasión de Ucrania”.
Nuevos flujos de residuos
Recyclia ha creado, con este modelo de gestión como base, operativas específicas para los nuevos flujos de residuos electrónicos y baterías contemplados por las normativas en este periodo. Este es el caso los paneles fotovoltaicos, cuyo reciclaje es responsabilidad de Recyclia desde el año 2013, tras la firma de un acuerdo de colaboración con la asociación PV CYCLE. Desde entonces, la entidad ha gestionado 1.883 toneladas de estos residuos.
También desde 2013, Recyclia cuenta con una operativa para las baterías de vehículos de movilidad eléctrica (coches, motos, bicicletas y patinetes), un tipo de residuo aún escaso, pero del que ya ha gestionado más de 67.000 kilos.
Por último, en 2018, Recyclia creó Tragatóner/Tragatinta, la primera iniciativa de nuestro país para cumplir con la obligación de reciclar cartuchos de impresión, considerados residuos electrónicos desde ese año. Desde entonces, la entidad ha reciclado 974.000 kilos de cartuchos de tóner y tinta.
Acercar el reciclaje a la ciudadanía
Durante la última década Recyclia ha desarrollado, además, una intensa labor para acercar la capacidad de reciclar a los ciudadanos. Así, en el periodo 2012-2022, ha desplegado una media anual de 8.800 puntos de recogida para residuos electrónicos y pilas en toda España, disponiendo actualmente de una red de más de 88.200 puntos, una de las más extensas de nuestro país. Para ello, ha suscrito en este periodo más de 2.500 convenios con entidades locales y administraciones autonómicas y más de 4.400 con la distribución comercial y otras organizaciones públicas o privadas.
Igualmente, Recyclia ha intensificado desde su constitución su labor de sensibilización mediante la realización de campañas de información propias y en colaboración con otras entidades para difundir los beneficios del reciclaje. En concreto, destaca los más de un centenar de patrocinios de equipos y competiciones deportivas de una gran variedad de disciplinas en torno a los que desarrolla su estrategia, también pionera, de ligar el deporte con la sensibilización y educación en los hábitos del reciclaje.