Según dos informes de la AEMA, las restricciones de China a la importación de residuos deberían favorecer las inversiones en infraestructuras para la reutilización y el reciclaje, aunque también hay que incidir en aspectos como los sistemas de recogida, la concienciación social o el diseño de los productos.
Los Estados miembros de la Unión Europea se enfrentan a un dilema sobre cómo tratar los millones de toneladas de residuos que se generan en Europa cada año, en medio de un número creciente de prohibiciones y de normas internacionales más estrictas sobre la exportación de determinados residuos a otros países. Existe una creciente preocupación por el impacto de estos desechos en el medio ambiente y en nuestra salud, así como por los efectos del aumento de la extracción, la producción y el consumo de recursos. La generación de residuos también contribuye a la contaminación del aire, el agua y el suelo, así como al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.
Dos informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ofrecen una evaluación del papel de la exportación de residuos plásticos en la economía circular y una instantánea de las pérdidas de recursos derivadas de la gestión de residuos; este último se refiere específicamente a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, las baterías al final de su vida útil y los residuos textiles y plásticos.
La reducción de las exportaciones de residuos, una oportunidad para reutilizar y reciclar
A principios de 2019, la UE exportó unas 150.000 toneladas de residuos plásticos al mes. Esta cifra representa aproximadamente la mitad de la cantidad exportada en 2015 y 2016, cuando las exportaciones se dirigían principalmente a China y Hong Kong. Sin embargo, las nuevas prohibiciones y restricciones a las importaciones por parte de China, combinadas con una serie de tipos de plástico prohibidos que se añaden a una convención de las Naciones Unidas, están obligando a la UE y a los países a mejorar sus propias capacidades para gestionar los residuos en su territorio.
Estas prohibiciones y restricciones, así como la reducción del mercado internacional de plásticos, probablemente aumentarán los vertederos y la incineración a corto plazo, pero también deberían desencadenar inversiones en capacidades y sistemas para aumentar el reciclaje y la reutilización de los residuos plásticos.
El informe de la AEMA sobre las exportaciones de residuos plásticos muestra que existe un enorme potencial para aumentar la reutilización y el reciclado en los próximos años. La reutilización y el reciclaje de residuos plásticos podrían proporcionar una gran cantidad de recursos materiales a los fabricantes locales.
En el informe se señala que la UE ya ha tomado medidas para mejorar la gestión de la producción, el uso y los residuos de plástico, incluida la estrategia europea para los plásticos en la economía circular, la Directiva de la UE sobre plásticos de un solo uso y los nuevos y más ambiciosos objetivos para el reciclado de plásticos incluidos en la actualización de la Directiva de la UE sobre residuos de 2018.
La gestión sostenible de los residuos es clave
En Europa se está avanzando para reforzar una política de residuos ambiciosa y para establecer un sólido marco de economía circular. Sin embargo, la UE sigue perdiendo oportunidades de reutilizar una cantidad significativa de recursos valiosos que actualmente se están perdiendo debido a prácticas ineficientes de gestión de residuos.
El informe de la AEMA sobre recursos y gestión de residuos muestra que en la UE se generan decenas de millones de toneladas de residuos plásticos cada año. Además de los plásticos, millones de toneladas más de residuos electrónicos -como ordenadores, cámaras o televisores viejos- y textiles (en su mayoría prendas de vestir) también se tiran a la basura con poca o ninguna finalidad de reciclaje o reutilización.
La mala o inadecuada recogida, reutilización y reciclado de estos flujos de residuos, así como la escasa concienciación de los consumidores sobre el problema de los residuos, son aspectos que deben abordarse para mejorar la situación, según el informe.
La presencia de sustancias peligrosas también puede obstaculizar el reciclado y, por lo tanto, las oportunidades de pasar a una mayor circularidad, al igual que los productos no diseñados adecuadamente para el reciclado.