La Diputación Foral ha puesto a disposición de los alaveses más de 1.700 compostadoras y contenedores marrones para la recogida selectiva de la materia orgánica.
Uno de los esfuerzos más importantes del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Álava en materia de residuos ha sido el impulso de la separación y gestión de los residuos orgánicos (restos de alimentos y poda, principalmente) en los pueblos alaveses. Y ya se están viendo los primeros frutos de este esfuerzo. No en vano, se ha multiplicado por 3 el número de instalaciones de gestión de biorresiduos.
En concreto se han instalado más contenedores marrones (o quinto contenedor) y se ha triplicado también la población rural que separa la basura orgánica en sus casas mediante compostadoras individuales o comunitarias. Son algunos de los datos destacados por el diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, en el balance que realizó el pasado martes sobre la implantación de la gestión de la fracción orgánica en Álava.
“Hemos dado un paso cualitativo en la gestión de los residuos orgánicos, tales como restos de preparación de comida, sobrantes de alimentos o restos de poda”, explicó Galera, quien, no obstante, recordó que “aún hace falta un esfuerzo mayor porque en Álava seguimos depositando, por error, parte de la basura orgánica en el contenedor gris”. Más concretamente, cerca del 47% del peso de la recogida en masa (fracción resto) es consecuencia de residuos orgánicos no recogidos selectivamente.
De todos modos, Josean Galera quiso felicitar a las Cuadrillas alavesas que han logrado implantar, de modo progresivo, los sistemas de gestión de residuos orgánicos más apropiados para las necesidades de su población. Una felicitación que extendió a la ciudadanía alavesa que, en estos últimos dos años, “se ha unido al carro del reciclaje y ha empezado a compostar o gestionar el resto de sus alimentos o de las labores de jardinería”.
Ayudas económicas
De hecho, para facilitar esta implantación, la Diputación Foral de Álava ha puesto a disposición de las entidades locales ayudas económicas que, desde el pasado ejercicio han supuesto una inversión de 250.000 euros. Unas ayudas que llegan después de que la Diputación haya elaborado un plan individualizado para cada Cuadrilla, con el objetivo de que las infraestructuras, planes y metodologías de implantación de la gestión de los residuos orgánicos se adapten a las necesidades propias de cada territorio.
Galera ofreció datos concretos que permiten demostrar el salto cualitativo que ha experimentado la gestión de la fracción orgánica en el Territorio Histórico de Álava. Así, en el año 2018 son ya 1.766 las instalaciones que permiten la gestión de la basura orgánica, frente a las 567 que había en 2016, en referencia a compostadoras domésticas, compostadoras comunitarias o contenedores marrones.
Con respecto al número de vecinos y vecinas que utilizan a día de hoy compostadoras y contenedores de orgánica bajo llave, superan ya las 9.000 personas, frente a la cifra de 2016, cuando solo 3.549 participan en este tipo de recogida selectiva de orgánica.
Supermercados y colegios
La mejora también ha sido llamativa en el caso de los grandes generadores, es decir, supermercados, tiendas de alimentación o comedores públicos. Así, se ha pasado de los 86 que reciclaban fracción orgánica en 2016 a los 278 actuales.
“Todo ello nos ha llevado a mejorar los resultados globales de recogida selectiva en el caso de la fracción orgánica”, celebró el diputado foral, quien apuntó que, en dos años, en Álava se han recogido de forma selectiva casi 2.000 toneladas más. “A estas cifras habría que sumar la basura orgánica que no ha llegado a los contenedores porque se ha compostado en origen”, recordó Galera.