En las zonas rurales se desperdician menos alimentos, ya que se aprovechan para alimentar a los animales o elaborar compost para los huertos.
Frutas y verduras son los alimentos más desperdiciados por los aragoneses. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de una campaña de sensibilización ambiental en materia de desperdicio alimentario en los hogares promovida por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón.
Durante un mes, un millar de familias aragonesas han sido informadas y aconsejadas a través de esta iniciativa, que ha recibido “una gran aceptación” por parte de los consumidores. Además, 671 personas han participado en una encuesta sobre hábitos de consumo que ha permitido extraer interesantes conclusiones.
El 39% de los alimentos que tiran a la basura las familias aragonesas son frutas y verduras. El 18% es pan y otro 18% son restos de platos cocinados que se están estropeando, mientras que un 11% son carnes o pescados. Además, solo un 6% de los encuestados asegura no desechar nada.
Por otro lado, se ha observado que en las zonas más rurales se tiran menos alimentos a la basura porque se aprovechan para dar de comer a los animales, y en algunos casos, incluso los reutilizan para la elaboración de compost para los huertos.
Los mayores de 65 años son los que generan menos desperdicios alimentarios en los hogares, ya que están acostumbrados a realizar comidas con las sobras o a controlar el almacenamiento para el consumo en otros momentos.
El 87,42% de los participantes asegura que revisa la nevera o despensa para que no caduquen los productos perecederos. El 8,19% lo hace ocasionalmente y un 4,39% no realiza esta revisión nunca.
Hábitos de compra
La situación económica de los últimos años ha provocado que se cambien los hábitos de compra. El 37,36% de la población encuestada argumenta que ahora busca más las ofertas y descuentos. El 16,98 % indica que compra más a menudo y solo lo necesario. Y tan solo el 21,89 % de los encuestados afirman que aprovechan más las comidas y ahorran en las compras. El 23,77% afirma no haber cambiado los hábitos de compra.
El principal objetivo de la iniciativa ha sido sensibilizar al consumidor aragonés sobre la cantidad de alimentos aptos para el consumo y que se desperdician en los hogares, además de aportar ideas y consejos para minimizarlo. De manera lúdica, se han ofrecido consejos útiles para planificar menús, aprender a almacenar o incluso se han recomendado recetas con sobras, entre otras cosas.
La campaña ha formado parte de las acciones organizadas por la Dirección General de Sostenibilidad en el marco de Semana Europea de la Prevención de Residuos 2017, proyecto de sensibilización promovido por la Comisión Europea donde por tercer año consecutivo el Gobierno de Aragón actúa como coordinador en la esta Comunidad Autónoma.