El documento propone apostar por la prevención y la recogida selectiva, recuperar la materia orgánica o ampliar la tasa de vertido a todos los residuos destinados a eliminación o valorización energética, entre otras medidas.
La Plataforma Andaluza contra la Incineración de Residuos y por un Aire Limpio, PACIRAL, presentó ayer un escrito en la Delegación Territorial de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de Cádiz, detallando las propuestas que esta organización considera necesaria incorporar al futuro Plan Integral de Residuos de Andalucía para garantizar una gestión sostenible de estos, evitando así que acaben en los hornos de las empresas cementeras.
La elaboración de este documento es el resultado del acuerdo alcanzado durante la celebración del IV Encuentro de Plataformas Andaluzas contra la Incineración de Residuos y Por un Aire Limpio, celebrado en Córdoba los días 26 y 27 de enero de este año, acuerdo por el que las plataformas asistentes se comprometían a elaborar un documento, desarrollando las líneas estratégicas básicas para la prevención y gestión de los residuos, incorporando los compromisos de la Economía Circular: convertir los residuos en nuevos recursos.
Las plataformas firmantes están especialmente preocupadas por el problema de los residuos en Andalucía, que «crecen de manera desorbitada y descontrolada debido a un modelo de producción y consumo compulsivo e insostenible», y consideran que «desviar un volumen considerable de residuos a la coincineración en las instalaciones cementeras, como la de Holcim en Jerez, significa pervertir e invertir la jerarquía en el modelo de gestión de residuos, donde la reducción, la reutilización y el reciclado están por encima de la valorización energética (incineración ) y el vertido (eliminación)».
Entre las numerosas medidas contenidas en el documento presentado por las plataformas, cabe destacar:
- La necesidad de poner el acento en la prevención de los residuos.
- La necesidad de desarrollar de forma decidida políticas de recogida selectiva de los residuos municipales, sobre todo de la fracción orgánica.
- La reducción de la llamada fracción resto en estos residuos.
- La imposición de gravámenes a los productos de un solo uso o difícilmente reciclables y a los envases superfluos o innecesarios.
- La penalizaciones a los municipios que no realicen recogida selectiva.
- La recuperación de la materia orgánica fermentable para todo tipo de aplicaciones: forestales, agrícolas, jardinería, recuperación de suelos.
- La creación de la Agencia de Residuos Andaluza, con competencias en la coordinación de la gestión de los desechos.
- La fijación de objetivos de reducción, de manera que el porcentaje de residuos que acabe en vertedero sea como máximo el 10% de los que se produzcan en el 2035.
- En las contrataciones públicas de bienes y de servicios, establecer criterios de prevención y reducción en la generación de residuos (y en la emisión de GEI, gases de efecto invernadero).
- Ampliar la tasa de vertido a todo tipo de residuos que vaya a “eliminación” y “valorización energética”.
- Implantar los sistemas de depósito, devolución y retorno para los envases.
- Generalizar los programas de educación y sensibilización ambiental, garantizando el compromiso cívico y ecológico de los andaluces.
- Participación social en la planificación de todos los planes de acción en relación con las basuras.
Con la aplicación de estas medidas, las plataformas firmantes de esta propuesta entienden que Andalucía podría conseguir los objetivos del Paquete de Economía Circular de la Comisión Europea: aumentar el reciclado de los residuos municipales al 65 % en 2030, limitar los vertidos a un 10% en los vertederos en el 2035, la recogida de materia orgánica obligatoria en el 2023 y la implantación de mecanismos de reutilización.