Los residuos testados en la investigación ya se están utilizando para mejorar la producción de biogás en el proceso de digestión anaeróbica en algunas EDAR.
La estudiante de Ingeniería Química Industrial por la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Bárbara Cánovas González ha demostrado que el uso de ciertos residuos optimiza la digestión anaeróbica de los fangos en estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) con digestores anaerobios. Cánovas ha basado su Trabajo Fin de Grado en los experimentos realizados durante sus prácticas en el Centro Tecnológico de la Energía y el Medio Ambiente (CETENMA).
La comprobación empírica, que la alumna realizó durante sus prácticas en el Centro Tecnológico de la Energía y el Medio Ambiente (Cetenma), ha tenido ya una plasmación real, pues los residuos testados se están utilizando para mejorar la producción de biogás de algunas EDAR.
“El proceso es técnica y económicamente viable”, subraya María José Escasaín, técnico de I+D+i del Cetenma y quien ha dirigido el estudio de la alumna. “La gestión del residuo se abarata entre 15 y 20 céntimos por tonelada, generando ingresos para la depuradora tanto por el tratamiento del residuo como por la mayor cantidad y calidad del biogás”, detalla.
“Muy pocos centros experimentan con residuos para mejorar las producciones de biogás”, resalta la investigadora del Cetenma, que está realizando una tesis sobre valorización de residuos. “Siempre hay que hacer un estudio previo para validar el proceso según el tipo de fango y de residuo”, puntualiza.
La alumna realizó su investigación mezclando en los digestores del Cetenma, que simulan a los de la depuradora, los fangos y residuos utilizados para generar el biogás. “Lo importante es que el residuo contenga mucha materia orgánica para alimentar a las bacterias metanogenéticas”, cuenta la nueva ingeniera, que ha sido contratada por el centro tecnológico nada más concluir la carrera.
“Casi todos los investigadores que se contratan en Cetenma han hecho previamente prácticas o becas”, afirma Escasaín. “De hecho, ahora mismo estamos buscando nuevos estudiantes universitarios”, asegura. “Nuestros becarios hacen análisis de aguas y residuos, colaboran en la redacción de proyectos o auditorías energéticas, elaboran boletines para nuestras empresas asociadas… están perfectamente integrados en las áreas de energía, medioambiente y calidad I+D+i”, resume la investigadora.
“Me gusta el trabajo en el laboratorio, especialmente porque tiene aplicación industrial”, comenta Cánovas, para quien “lo que estudié en la UPCT me ha ayudado a entender los procesos que aquí he aprendido a utilizar”.
“Los titulados en Ingeniería Química Industrial tienen una formación muy versátil, que les permitirse desenvolverse en ámbitos muy variados de la industria”, remarca el profesor José Luis Serrano, codirector del Trabajo Fin de Grado.