El nuevo vaso de vertido tendrá una capacidad a ras de suelo de un millón y medio de metros cúbicos, el triple que el que presta servicio actualmente.
La empresa de limpieza municipal de Lorca (Murcia), Limusa, afronta en los próximos doce meses la transformación del Centro de Gestión de Residuos de Lorca sobre la base de dos objetivos paralelos e inseparables en su concepto: el económico y el medio ambiental. Se trata de la construcción de la tercera celda del vaso de vertido más las instalaciones auxiliares y adopción de medidas medioambientales y paisajísticas para su integración en el entorno.
En el plano económico, la instalación contará en un solo proyecto con la construcción del nuevo vaso de vertido de rechazos de residuos no peligrosos, el sellado del actual (celda 2), la extracción de lixiviados, la construcción de accesos y cunetas, la balsa de pluviales, la renovación del alumbrado, la construcción de un edificio administrativo y la adquisición de una nueva pala cargadora de residuos.
Celda 3 es la denominación del nuevo vaso de vertido con capacidad a ras de suelo de millón y medio de metros cúbicos, el triple que la que presta servicio actualmente, licitada en 2007, no terminando en rasante su vida útil ya que puede crecer verticalmente sobre la cota cero en forma de montículo. De hecho, una de las innovaciones medioambientales consistirá en el futuro solapamiento de su sellado con el de la celda número 1 (la original en 1999) para minimizar el impacto visual sobre el terreno, que se asemejará a una única colina.
Se ha pretendido aprovechar el espacio disponible desde el principio de la actividad hace casi dos décadas para que el vertedero tenga la mayor capacidad posible y máxima vida útil, pero al mismo tiempo integrarlo en el entorno.
También se tiene por objeto solucionar un problema medioambiental minimizando la hipotética generación de lixiviados. Para ello, se ha optado por dividir este nuevo vertedero en tres subceldas de trabajo, de modo que el llenado se hará por fases, trabajando únicamente en un tercio de la superficie hábil y hacia arriba. De ese modo, se aprovecha la certeza biológica de que cuanta mayor superficie queda al aire libre durante el proceso menos lixiviados producen los que van quedando bajo tierra. En los otros dos vasos construidos se cubría la superficie total por capas.
Actuación paisajística
Otra característica sobresaliente del proyecto es la imagen paisajística del Centro de Gestión de Residuos en su entorno de Barranco Hondo. Las obras de sellado de la celda 2 garantizan la presencia de una cubierta vegetal gracias a la aportación hídrica del riego por goteo. El agua utilizada procederá de las propias precipitaciones que se produzcan en este emplazamiento gracias a un nuevo sistema de recogida y almacenamiento de las aguas pluviales.
Una balsa, ampliación de la existente, hará acopio del agua limpia que llegue mediante un sistema de canalizaciones y conducciones. Esa agua abastecerá al riego automatizado en todos los sectores de vegetación, tanto la flora de sellado del vertedero como las zonas ajardinadas y perímetro natural de las instalaciones.
El perímetro estará conformado en su totalidad por cipreses y vallado con malla metálica. La vegetación actual no se perderá durante las obras gracias a una planificación de replantado. También por criterios ambientales y económicos se transforma toda la luminaria del recinto a tecnología led, obteniendo una considerable reducción en el consumo de energía eléctrica.
En resumen, todos esos criterios suponen no sólo aprovechar al máximo, en términos de capacidad, la superficie disponible, sino minimizar el coste del metro cúbico de residuo vertido.
Como complemento al corazón de las obras, el proyecto también incluye la ampliación de la zona de acceso y el edificio administrativo, de 264 metros cuadrados en planta baja, que incluirá despachos, zona de control y acceso, almacén, aseos, duchas y resto de dependencias; e integrará el aula de formación y educación ambiental, a la vez que salón para visitantes, sin tener que transitar por el interior del área industrial como hasta ahora.
Proceso de licitación
El proceso de licitación comenzó en octubre de 2016 con la publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) de la licitación de la obra, siguiendo las especificaciones normativas de publicidad a nivel continental dada la tipología de la obra. Igualmente se publicó, como marca la normativa, en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el 29 de octubre; además de en el BORM -que no es obligatorio- y en el Perfil del Contratante de la empresa Limusa.
Presentaron oferta 26 empresas constructoras, quedando para la fase de propuesta económica 17 finalistas que cumplían con las especificaciones técnicas y administrativas del expediente de licitación.
El perfil de las empresas presentadas para adjudicarse la construcción de la nueva celda y sellado de la actual, junto al resto de infraestructura complementaria, ha sido consonante con la magnitud de la misma, con un precio de salida sobre proyecto superior a los 5,5 millones de euros antes de IVA, optando a su adjudicación las principales compañías de obra civil que operan en nuestro país. El proyecto se ha adjudicado en 3.584.277,19 euros, antes de IVA.