El reciclaje de envases ligeros en la comunidad autónoma aumentó un 3,7% el año pasado, según datos del Gobierno de Aragón.
En 2017 se reciclaron 40.245 toneladas de envases domésticos en la comunidad autónoma de Aragón, un 3,7% más con respecto al año anterior. Un dato que ratifica la tendencia ascendente del reciclaje de los residuos que se depositan en los contenedores amarillo (envases de plástico, latas y briks) y azul (envases de papel y cartón). Así lo explicó la semana pasada la directora general de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Pilar Gómez, y el gerente de Ecoembes en la Zona Norte, Fernando Blázquez, durante la presentación de los últimos resultados sobre recogida selectiva de envases ligeros y de papel y cartón en Aragón.
Unos resultados que “son muy alentadores”, y que han sido posibles “gracias a un sistema que integra a ciudadanos, ayuntamientos y empresas”, explicó Gómez. “Un sistema que, además, aboga por la colaboración público-privada, la innovación y la educación y que trabaja para ofrecer soluciones y acercar el reciclaje cada vez más al día a día de las personas, tanto dentro como fuera del hogar”, dijo.
Con el objetivo de facilitar el reciclaje a todos los aragoneses, el número de contenedores amarillos y azules ascendió a 18.954 en 2017, 247 más que el año anterior. Una cifra que ha permitido que prácticamente el 100% de la población tenga acceso a la recogida selectiva.
Además, en 2017 se depositaron en el contenedor amarillo 14,1 kg por habitante, lo que supone un aumento del 3,9% respecto a 2016; y 17,8 kg por habitante en el azul, una contribución un 2% superior, a pesar de la disminución del papel prensa. Esta cifra sitúa a la comunidad aragonesa casi dos puntos por encima de la media nacional.
A todo ello se suman los esfuerzos de Ecoembes para llevar el reciclaje a otros ámbitos más allá del municipal. Con este objetivo, la entiddad entregó más de 1.650 papeleras para fomentar la recogida en los centros públicos y colegios de diferentes instituciones de la región. Asimismo, llegó a acuerdos para promover el reciclaje en los establecimientos hosteleros de diferentes Comarcas. “Las cifras demuestran que el esfuerzo da sus frutos y que vamos por el buen camino. A través de un acto tan sencillo como depositar cada tipo de residuo en su contenedor correspondiente, podemos hacer frente al cambio climático”, explicó Fernando Blázquez.
La recogida selectiva y el reciclaje de residuos domésticos y comerciales son herramientas imprescindibles para avanzar hacia una economía circular. En el Paquete Europeo de Economía Circular se han fijado objetivos muy ambiciosos para el reciclado de residuos municipales, desde el 50% en 2020 al 65% en 2035. Las fracciones de residuos de envases ligeros, de papel y cartón, y de vidrio son las que tienen más larga trayectoria de implantación en los municipios, siendo esta recogida selectiva un factor clave en la mejora de la conciencia ambiental de los ciudadanos.