La gestión de los desechos domésticos y comerciales pasará también por generar combustible sólido recuperado (CSR) para su posterior aprovechamiento con las mejores tecnologías disponibles. El proyecto, elegido tras estudiar siete alternativas, supone una inversión de 118,2 millones, de los que 102,8 se destinarán a nuevas infraestructuras.
El Gobierno de Asturias presentó la semana pasada el Plan Estratégico de Residuos (Perpa) 2017-2024, ya revisado, en el que se apuesta por tratar la denominada fracción resto, es decir, los desechos que se depositan en la bolsa de basura negra, mediante una alternativa que combina varios procesos: intensificación de la recogida selectiva, construcción de una nueva planta de separación y la generación y aprovechamiento de combustible sólido recuperado. En el documento, que sale hoy a información pública y será publicado mañana en el Boletín Oficial del Principado (Bopa), se descarta explícitamente la construcción de una planta incineradora.
El consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Fernando Lastra, explicó la revisión del plan vigente, que atiende al compromiso asumido por el Principado y cumple la proposición no de ley aprobada en la Junta General en octubre de 2015 en la que se establece que, “previa evaluación de las alternativas que existan para tratar la fracción resto, se opte por aquella que, siendo viable técnica y económicamente, tenga el menor impacto ambiental”.
Lastra afirmó que el plan persigue un doble objetivo: evitar que se colmate el vertedero de Cogersa en Serín, al que llegan 520.000 toneladas de basura cada año y tiene capacidad hasta 2020, y ajustarse a la normativa nacional y europea en materia de tratamiento de residuos. En este sentido, la legislación indica que la producción y gestión de desechos ha de centrarse en la prevención, la preparación para la reutilización y el reciclaje u otras formas de valorización, con el propósito de transformar la Unión Europea en una sociedad del reciclado que contribuya a la lucha contra el cambio climático. En concreto, fija el porcentaje de recogida selectiva en el 50% para 2020.
En consonancia con lo anterior, de las siete fórmulas estudiadas el Gobierno de Asturias apuesta por la que implica fundamentalmente tres actuaciones:
- Programa de intensificación de la recogida selectiva. En primer lugar, y en paralelo a la puesta en marcha del Perpa, la implementación, en colaboración con Cogersa y los ayuntamientos, de un programa de intensificación de la recogida selectiva o separada de residuos que reduzca el volumen de desechos que actualmente no se tratan y van directamente a vertedero.
- Nueva planta de separación selectiva. Además, se construirá una planta de separación selectiva de los residuos mezclados (los que se depositan en la bolsa negra) que permitirá recuperar la materia orgánica para su posterior aprovechamiento, al igual que los metales, plásticos y vidrios, y el material con el que se generará el combustible sólido recuperado. Existirá, no obstante, una fracción de imposible recuperación, que será enviada a vertedero.
- Combustible sólido recuperado (CSR). La solución a la gestión de los residuos domésticos y comerciales supone, asimismo, la generación de combustible sólido recuperado (CSR), para su posterior aprovechamiento con las mejores tecnologías disponibles. La valorización -entendida como cualquier operación cuyo resultado principal sea que el residuo sirva a una finalidad útil al sustituir a otros materiales- de este combustible sólido por vía química permite el máximo aprovechamiento de recursos y, por tanto, el mejor cumplimiento de la jerarquía de residuos, por lo que el Perpa apuesta por esta vía. Sin embargo, hoy en día no existen plantas operativas en España de esta tecnología incipiente, por lo que el plan deberá intensificar las medidas que impulsen este método a través, por ejemplo, de programas de investigación aplicada.
En términos presupuestarios, el plan incluye acciones valoradas en 118.264.000 euros que aportarán de modo conjunto la Administración autonómica y Cogersa. Del total, 102,8 millones serán para inversiones en nuevas infraestructuras. Destacan los 50,1 que se precisan para la nueva planta de valorización de la fracción mezclada, con capacidad para tratar 235.286 toneladas anuales, y los 11,5 que se reservan para seguir ampliando la red de puntos limpios.
Por programas, 79 millones se destinarán a mejorar la gestión de los residuos domésticos y comerciales, con líneas de actuación como el aumento de la recogida separada de los desechos o el fomento del reciclado y su valorización material. También se persigue sacar el máximo provecho de la fracción resto, de modo que el vertido sea el mínimo.
Una vez finalice el periodo de información pública y consultas del Perpa, se tomarán en consideración las alegaciones que se hayan presentado; se modificará, de ser preciso, el estudio ambiental estratégico, y se elaborará la propuesta final del plan. En una fase posterior deberá formularse la declaración ambiental estratégica y, finalmente, el documento será aprobado por el Consejo de Gobierno.