Invertir en la producción de polímeros circulares, ampliar las capacidades de reciclaje e impulsar el uso de bioplásticos son algunas de las oportunidades para fomentar la circularidad del plástico, según GlobalData.
La economía circular implica el reciclaje y la reutilización de productos para prolongar su vida útil. Entre los productos convencionales de la industria del petróleo y el gas, el plástico es el más relevante para la economía circular, según un informe de la firma de análisis y datos GlobalData, con sede en Londres. La creciente demanda de soluciones de economía circular en estos sectores, especialmente en lo que respecta a los plásticos, presenta varias oportunidades a largo plazo para las empresas. Un ejemplo es la inversión en la producción de polímeros circulares, facilitando así el reciclaje de los plásticos. Además, existe un margen considerable para aumentar sus capacidades de reciclaje, lo que les permitiría cumplir los objetivos ESG reduciendo la producción de plástico virgen, asegura el informe.
El informe temático de GlobalData analiza la necesidad de una economía circular en la industria del petróleo y el gas para hacer frente a la contaminación por plásticos. También destaca el papel de las principales empresas del sector, como ExxonMobil, Shell y TotalEnergies, en sus esfuerzos por establecer una economía circular para el plástico como materia prima.
Ravindra Puranik, analista de petróleo y gas de GlobalData, comenta que «el uso de plásticos se ha disparado en las últimas décadas y ha acelerado la contaminación por plásticos en el suelo y los medios acuáticos. A medida que aumenta la concienciación de los consumidores sobre los efectos nocivos del uso del plástico, varios países y algunas empresas están tomando medidas para remediar la situación, sin que la actividad económica se vea afectada».
El plástico es un bien esencial en la economía actual. El uso excesivo y la mala gestión del plástico al final de su vida útil dan lugar a una enorme cantidad de residuos, que provocan contaminación. Esto exige un reciclaje eficiente de los residuos plásticos. En 2019, se recicló menos del 10% de los residuos de plástico generados, frente a las 460 toneladas de este producto producidas ese año.
Puranik prosigue: «Varias economías están tomando medidas para limitar su contaminación por plástico y fomentar la circularidad. La Unión Europea ha fijado objetivos específicos para reducir el uso de plástico de un solo uso en su jurisdicción. Países de otras regiones, como Japón y Australia, también han fijado objetivos para eliminar la generación de residuos plásticos».
Los efectos nocivos de los residuos plásticos y el carácter no renovable de los combustibles fósiles utilizados para su producción han impulsado los esfuerzos para lograr la sostenibilidad con los plásticos. Esto implica reducir los residuos plásticos que van a parar a los vertederos, que se incineran y que, en gran medida, se gestionan mal. Es necesario mejorar su gestión y facilitar su reciclado, alargando su vida útil. Esto puede aliviar la presión de la demanda sobre el plástico virgen que entra anualmente en el mercado, asegura el informe.
Puranik concluye que «las empresas están trabajando para encontrar alternativas adecuadas, para minimizar la dependencia del plástico fabricado con métodos convencionales. El uso de bioplásticos es una tendencia emergente en la industria. Los bioplásticos se producen a partir de materias primas alternativas, como los residuos agrícolas. Los líderes del sector, como BP, Shell y TotalEnergies, se han fijado objetivos de reciclado de plásticos. Las empresas están aplicando enfoques como el reciclado mecánico, el reciclado químico, además de la producción de bioplásticos para apoyar sus compromisos ESG».