Si bien aún no hay estudios suficientes que aclaren la peligrosidad de los microplásticos para los organismos vivos, investigadores de Singapur han encontrado hasta 400 tipos diferentes de bacterias en micropartículas de plástico recogidas en aguas tropicales.
Un estudio de campo realizado por un equipo de científicos marinos de la Universidad Nacional de Singapur (NUS, por sus siglas en inglés) ha descubierto bacterias tóxicas que viven en las superficies de microplásticos, que son – piezas de plástico de menos de 5 milímetros de tamaño-, recolectadas en las zonas costeras de Singapur. Estas bacterias son capaces de provocar la decoloración del coral y causar infecciones en las heridas de los humanos.
No obstante, el equipo de investigadores descubrió una gran diversidad de bacterias, incluidos organismos útiles, como los que pueden degradar contaminantes marinos como los hidrocarburos en los residuos plásticos.
El Dr. Sandric Leong, investigador del NUS Tropical Marine Science Institute (TMSI), explica que «los microplásticos forman una gran proporción de la contaminación plástica en los ambientes marinos. Los organismos marinos pueden consumir fragmentos de microplásticos involuntariamente, y esto podría llevar a la acumulación y posterior transferencia de patógenos marinos en la cadena alimentaria. Por lo tanto, comprender la distribución de los microplásticos e identificar los organismos adheridos a ellos son pasos cruciales en la gestión de la contaminación plástica a escala nacional y global».
Este estudio es el primero en examinar la comunidad bacteriana en microplásticos que se encuentran en las regiones costeras tropicales. Los resultados se publicaron por primera vez en la revista Science of the Total Environment el pasado mes de noviembre.
Pequeños plásticos, gran problema
Actualmente hay más de 150 millones de toneladas de plásticos en los océanos. Los microplásticos, en particular, plantean un problema evidente, ya que muchos organismos marinos, como los camarones, los mejillones y los peces, a menudo confunden estos pequeños plásticos con alimentos.
En comparación con los microplásticos presentes en tierra, los microplásticos en ecosistemas acuáticos tardan mucho más tiempo en degradarse debido a la presencia de sal y una temperatura más baja en el océano. Como resultado, presentan un entorno habitable para la colonización de la biota marina. Sin embargo, a pesar de su prevalencia, la distribución de microplásticos a lo largo de las costas de las regiones tropicales no está bien estudiada.
El Dr. Leong y la estudiante de doctorado Emily Curren, se embarcaron en un estudio de seis meses para examinar las comunidades bacterianas en microplásticos recolectados de las regiones costeras de Singapur.
Diversas comunidades bacterianas que viven en microplásticos
Entre abril y julio de 2018, el equipo de investigación recolectó y examinó 275 piezas de microplásticos de tres playas a lo largo de la costa de Singapur: la isla de Lázaro, la playa de Sembawang y la playa de Changi. Mediante el uso de técnicas de secuenciación de alto rendimiento, el equipo descubrió más de 400 tipos diferentes de bacterias en todos los microplásticos recolectados.
Se encontraron especies de la bacteria Erythrobacter, que es capaz de degradar el plástico, y especies de bacterias Pseudomonas veronii, que se han utilizado para limpiar derrames de petróleo. «Dado el aumento previsto de la contaminación de los residuos plásticos en los océanos, el descubrimiento de estas bacterias proporciona importantes alternativas amigables con la naturaleza para la mitigación de la contaminación plástica y contaminantes tóxicos como los hidrocarburos», dijo la Sra. Curren.
En contraste, también se identificó la bacteria Photobacterium rosenbergii, a menudo asociada con la decoloración del coral y las enfermedades. La proliferación y acumulación de esta bacteria podría ser perjudicial para los arrecifes de coral en Singapur, ya que el estrecho sur se caracteriza por múltiples comunidades de coral con una gran biodiversidad que se encuentran bajo conservación.
El equipo de investigación también descubrió especies de Vibrio marino, una de las principales causas de infecciones de heridas en humanos, y especies de Arcobacter, que se sabe causan gastroenteritis en humanos. «Dado que los microplásticos que estudiamos se recolectaron en lugares de fácil acceso para el público y en áreas de recreo ampliamente utilizadas, la identificación de bacterias potencialmente patógenas sería importante para prevenir la propagación de enfermedades», explica Curren.
Futuros estudios para identificar fuentes de bacterias
Este estudio demuestra que los microplásticos son un hábitat rico que alberga muchos tipos de bacterias, incluidas las tóxicas. El equipo de investigación de la NUS realizará estudios adicionales para examinar el origen de las especies de bacterias transportadas por los microplásticos. Esto permitirá la identificación de especies no autóctonas que amenazan la biodiversidad existente y brindará información sobre el manejo del problema urgente de la contaminación plástica marina.