Dr. Ignasi Puig Ventosa.
Marta Jofra Sora.
Fundación ENT.
Prof. Jordi Roca Jusmet.
Universitat de Barcelona.
Con el fin de comparar los costes entre los modelos de recogida selectiva puerta a puerta y en contenedores, en el marco de un estudio encargado por la Asociación de Municipios Catalanes para la Recogida Selectiva Puerta a Puerta, se recopilaron datos económicos de 81 municipios catalanes de hasta 20.000 habitantes, de los cuales 41 con recogida puerta a puerta y 40 con recogida en contenedores. Todos, excepto 6 del modelo con contenedores, realizaban también la recogida selectiva de la fracción orgánica.
Para la comparación entre ambos modelos se utilizó el indicador «coste global de gestión por habitante empadronado», entendido como la suma de los costes de recogida y tratamiento, menos los ingresos (por venta de materiales, aportaciones de sistemas integrados de gestión y retorno del canon sobre el vertido y la incineración de residuos existente en Catalunya).
El puerta a puerta presenta un mayor coste de recogida por habitante, pero esta diferencia queda compensada por un coste de tratamiento menor y unos ingresos mayores en los municipios con este modelo.
Los resultados muestran que este indicador no presenta diferencias significativas entre ambos modelos. El modelo puerta a puerta presenta un coste global medio ligeramente inferior, pero la diferencia es prácticamente despreciable (gráfica 1).
Tampoco se observa ninguna influencia del tamaño del municipio sobre el coste global de gestión. Si se ponderan los valores de cada municipio de acuerdo con su tamaño (número de habitantes), la diferencia entre ambos modelos es algo superior, pero tampoco es significativa.
Por conceptos, la recogida es lo que más contribuye al coste global, en particular en el caso del modelo puerta a puerta, que presenta un mayor coste de recogida por habitante. Sin embargo, esta diferencia queda compensada por un coste de tratamiento menor y unos ingresos mayores en los municipios con este modelo (gráfica 2), gracias a que alcanzan unos niveles de recogida selectiva superiores (en la muestra, 67,2% de promedio frente a un 37,5% en los municipios con recogida mediante contenedores).
Considerando todos los municipios en conjunto, y separándolos en tramos de recogida selectiva, se observó que, exceptuando el tramo de 0 a 20% de recogida selectiva, que resultó poco significativo por el reducido número de observaciones, el coste global medio en los otros tramos era muy similar, con lo que no se aprecia ninguna correlación en el sentido de que un mayor porcentaje de recogida selectiva conlleve costes menores, o viceversa.
A pesar de que este es un aspecto que no ha podido ser cuantificado en el estudio por falta de datos desagregados, tanto la existencia como la intensidad del canon sobre el vertido y la incineración de residuos existente en Catalunya afectan sin duda a los costes y a los ingresos de la gestión de los residuos de los entes locales, favoreciendo a los municipios con mejores resultados de recogida selectiva independientemente del modelo de recogida que hayan implementado.
Además de los indicadores señalados también se ha calculado, de forma complementaria, el coste por tonelada de residuo recogido y el coste por tonelada de residuo recogido selectivamente. No se ha considerado adecuado tomarlos como indicadores principales dado que introducen un sesgo en los resultados: en el primer caso, el indicador penaliza la prevención de residuos y a los municipios con modelo puerta a puerta, que de media recogen menos residuos por habitante (un 18% menos en el caso de los municipios muestreados). En el segundo caso, se tienen en cuenta sólo los residuos recogidos selectivamente, pero en cambio todos los costes de gestión, incluidos los de los residuos que no se recogen selectivamente.
De cara a tomar decisiones fundamentadas sobre un modelo u otro, sería recomendable realizar una recogida sistemática de datos de costes de gestión de residuos.
Uno de los aspectos más destacables del estudio es la gran dispersión de los datos recopilados, que se refleja en una elevada desviación estándar de los indicadores calculados. Así, encontramos que hay municipios que tienen un coste global de gestión por habitante empadronado hasta 8 veces superior al de otros municipios de la muestra.
El trabajo ha permitido constatar la dificultad de conseguir información con respecto a los costes de gestión de los residuos, así como una importante falta de armonización en cuanto al cómputo de estos costes, y una gran fragmentación de los datos, que deriva del hecho de que en muchos casos se delega el servicio o bien una parte del mismo.
Disponer de estos datos es importante de cara a tomar decisiones fundamentadas sobre un modelo u otro, por lo que sería recomendable realizar una recogida sistemática de datos de costes de gestión de residuos, y publicar estos datos periódicamente.
Ante la necesidad de seguir aumentando los niveles de recogida selectiva, y muy en particular de la fracción orgánica, es importante que las decisiones sobre los modelos por los que optar se fundamenten sobre datos los más objetivos posibles, tanto de recogida selectiva como económicos.
El estudio completo está disponible en pdf en la siguiente dirección: http://www.portaaporta.cat/documents/arxiu_portaaporta_172.pdf
Fotos de portada:
atezate en Flickr (cc) y Residuos Profesional