La empresa AMSA ha desarrollado una solución, junto con la británica MacRebur, para incorporar estos residuos, una vez procesados, como aditivo en las mezclas asfálticas.
La localidad catalana de Banyoles (Girona) ha asfaltado una calle usando media tonelada de residuos plásticos reciclados en el marco de una iniciativa pionera en el Estado impulsada por la empresa bañolense AMSA. Los trabajos se están llevando a cabo en el Paseo Dalmau.
Concretamente, en las tareas de asfaltado se han utilizado 555 kilos de plásticos de desecho que se han incorporado a la mezcla asfáltica de 185 toneladas de alquitrán. Según un comunicado del ayuntamiento, los plásticos utilizados ya han agotado su vida útil, no se podían reciclar y sólo se podían destinar al vertedero o a incineración. El uso del plástico reciclado supone una reducción de 860 kilos de CO2 emitidos.
La empresa AMSA ha desarrollado una solución, junto con la británica MacRebur, pionera en el desarrollo de técnicas de reutilización de plásticos de desecho, para incorporar estos residuos, una vez procesados, como aditivo en las mezclas asfálticas.
Lluís Agustí, consejero delegado de AMSA, afirma que «estamos convencidos de que la mejora medioambiental puede conseguirse a través de la reutilización y el reciclaje o con la valorización de los residuos generados en el territorio, especialmente de los plásticos». Y añade que «reutilizando plásticos de desecho para el asfaltado se consigue un triple objetivo: consumir de forma selectiva una parte del plástico destinado al vertedero, reducir la huella de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero y reducir el consumo de recursos naturales limitados en el sector de la construcción».
Por su parte, el concejal de Vía Pública del Ayuntamiento de Banyoles, Lluís Costabella, destaca «el compromiso de Banyoles en proyectos como este que impulsan un nuevo sistema de producción de asfaltados más sostenibles, minimizando el uso de los recursos naturales y dando vida a los recursos plásticos».