El estudio ‘Dirty Dozen’ de la ONG Surfers Against Sewage señala a 12 grandes marcas como responsables del 70% de los residuos abandonados en espacios públicos y entornos naturales.
El 38% de la ‘basura de marca’ abandonada en el Reino Unido -esto es, residuos, principalmente de envases, cuya empresa productora es reconocible en ellos- pertenece a Coca-Cola, PepsiCo y McDonalds, según un estudio de campo realizado por la organización ambiental británica Surfers Against Sewage.
Si ampliamos el ranking hasta las doce primeras empresas, estas alcanzan en total el 70% de estos residuos. El informe, de hecho, se denomina Dirty Dozen (Docena Sucia), e incluye a los principales productores de artículos que terminan abandonados como basura. Además de las tres empresas mencionadas, la lista la completan Anheuser-Busch InBev, Mondelez International, Nestlé, Tesco, Red Bull GmbH, Suntory, Carlsberg Group, Heineken Holding y Mars.
Los datos proceden de la caracterización de los residuos recogidos durante un año en diferentes acciones de limpieza en playas, montes, ríos, bosques y calles de todo el país, en las que han participado más de 3.700 voluntarios y en las que se han recogido más de 28.000 artículos, sobre todo envases y envoltorios.
Por tercer año consecutivo, Coca-Cola ocupa el primer lugar del ranking. La compañía ya anunció recientemente un nuevo objetivo de envases reutilizables, por el que se compromete a que, para 2030, al menos el 25% de todas sus bebidas en todo el mundo se vendan en botellas y recipientes de vidrio o plástico retornables o recargables.
“Año tras año, nuestra auditoría de marca de ciencia ciudadana revela que las mismas grandes empresas son responsables de la contaminación de los envases que ahoga nuestro medio ambiente. A pesar de los compromisos públicos de sostenibilidad, estas marcas sucias no están tomando medidas significativas para detener este daño», afirma Hugo Tagholm, director ejecutivo de Surfers Against Sewage.
Además de pedir a las empresas que asuman la responsabilidad de todo el ciclo de vida de sus productos, reduciendo su envasado y adoptando modelos comerciales circulares, la organización reclama que el Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) en el que está trabajando el Gobierno británico -y cuya entrada en vigor no se prevé antes de 2024- incluya envases de bebidas de todos los tamaños y materiales, incluido el vidrio, y no solo envases pequeños.
De los artículos monitoreados en Dirty Dozen este año, la ONG estima que un 55% podría capturarse a través de un esquema de depósito y devolución ‘todo incluido’.