El código penal belga incluirá esta nueva figura destinada a prevenir y castigar los casos más graves de degradación del medio ambiente con penas de hasta 20 años de cárcel.
El Parlamento Federal de Bélgica votó la semana pasada a favor de un nuevo código penal para el país que, por primera vez en Europa, incluye el reconocimiento del delito de ecocidio tanto a nivel nacional como internacional.
A escala nacional, el nuevo delito de ecocidio, destinado a prevenir y castigar los casos más graves de degradación del medio ambiente, como los grandes vertidos de petróleo, se aplicará a las personas que ocupen los puestos más altos en la toma de decisiones y a las empresas. El castigo para los individuos puede incluir hasta 20 años de prisión, mientras que las empresas podrían enfrentarse a multas de hasta 1,6 millones de euros.
En el marco de la monarquía federal belga, la legislación medioambiental nacional es principalmente competencia de los tres gobiernos regionales de Flandes, Valonia y Bruselas. El ámbito de aplicación de esta nueva ley se limita a las áreas de competencia de la autoridad federal, incluidos el Mar del Norte y la gestión de residuos nucleares.
El limitado ámbito nacional del nuevo proyecto de ley no es motivo para desestimar su importancia, afirma Patricia Willocq, Directora de Stop Ecocide Bélgica: «El pasado mes de noviembre, tras meses de implacable defensa por parte de una coalición diversa de aliados políticos, la Unión Europea llegó a un acuerdo para incorporar un nuevo delito específico en su Directiva sobre delitos contra el medio ambiente, recientemente revisada, dirigido a «casos comparables al ecocidio». Ahora, los 27 Estados miembros tienen la tarea de adaptar sus códigos penales nacionales a esta directiva actualizada, un proceso que se extenderá a las tres regiones belgas. Prevemos que este esfuerzo reducirá significativamente cualquier disparidad entre las leyes penales medioambientales federales y regionales. Dado que Bélgica ocupa la presidencia de la Unión Europea, esta directiva debería animar a las regiones a desempeñar su papel en el ámbito de sus competencias.»
«Bélgica está ahora a la vanguardia de una conversación verdaderamente global en torno a la penalización de los daños más graves a la naturaleza y debe seguir abogando por el reconocimiento del ecocidio en la Corte Penal Internacional, junto con el genocidio. Para proteger plenamente la naturaleza, es necesario criminalizar a quienes destruyen voluntariamente vastas extensiones del mundo natural, causando a su vez un daño humano incalculable. Seguiremos haciendo campaña para erradicar el ecocidio de Bélgica y del mundo», añade.
Además, Bélgica se ha convertido en el primer país europeo en reconocer el ecocidio como delito internacional, basándose en la definición consensuada propuesta en 2021 por el Panel de Expertos Independientes (IEP) convocado por la Fundación Stop Ecocide, en su código penal.
El país ya ha reconocido el genocidio, los crímenes contra la humanidad, los crímenes de guerra y el crimen de agresión, y ahora añade a su código penal un elemento centrado en la naturaleza al reconocer un quinto crimen de derecho internacional: el ecocidio.
Samuel Cogolati, miembro del Parlamento Federal (Partido Ecologista (Verde)), que desempeñó un papel importante en la defensa de la inclusión del ecocidio en el nuevo código penal, afirmó que «tras 4 años de lucha en el Parlamento y en la sociedad civil, nuestro código penal viene por fin en ayuda del planeta: los peores atentados contra el medio ambiente están a punto de ser penalizados».
Por su parte, el director general y cofundador de Stop Ecocide International, Jojo Mehta, aseguró no tener «ninguna duda de que veremos el reconocimiento internacional del delito de ecocidio en un futuro próximo».
Cabe destacar el importante apoyo de la sociedad civil belga para la inclusión del ecocidio en el código penal actualizado. Una petición organizada por Greenpeace obtuvo más de 43.000 firmas.