La planta incineradora de Zabalgarbi ha sido elegida por CEWEP, entidad que aglutina al sector en Europa, por su apuesta por la innovación, el respeto al medio ambiente, la seguridad y la eficiencia energética.
La Confederación de Plantas Europeas de Valorización Energética (CEWEP) anunció recientemente su decisión de que Zabalgarbi y Bilbao acojan el 9º Congreso y Asamblea General de la Confederación, que tendrá lugar en 2018.
Durante este congreso, que se celebra de forma bienal, se prevé la participación de más de 200 profesionales y expertos europeos en la gestión de los residuos, además de destacados representantes de la Comisión Europea.
La elección de Zabalgarbi para acoger este importante evento en el sector de los residuos pone en valor “la apuesta que la planta de valorización energética de Bizkaia hace por la innovación, el respeto al medio ambiente, la seguridad y la eficiencia energética”, según recoge un comunicado de la empresa.
Desde su puesta en marcha a pleno rendimiento el 22 de junio de 2005, la planta trata anualmente unas 225.000 toneladas de residuos no reciclables. En estos once años, ha dado solución a casi tres millones de toneladas de basura que ya no se puede recuperar y que de otra forma hubiera ido a parar al vertedero.
Con todos esos residuos, Zabalgarbi genera energía suficiente como para abastecer de electricidad al 30% de los hogares vizcaínos. Además, si estos residuos hubieran sido depositados en vertedero, habrían generado un 175% más de gases de efecto invernadero y el consiguiente incumplimiento de las normativas europeas vigentes.
Avanzar hacia una “sociedad circular”
El anuncio de la elección de Bilbao y Zabalgarbi se realizó en Rotterdam (Holanda), durante el 8º Congreso de CEWEP, que tuvo como título “Circular Economy Meets Energy Union” y que se celebró entre el 15 al 17 de junio.
En Europa, los países que más reciclan son también los que más valorizan energéticamente los residuos no reciclables
En dichas jornadas, se reiteró que la correcta gestión de los residuos constituye uno de los principales desafíos para la Unión Europea, donde Alemania sigue siendo el país de referencia. En dicho Estado, el vertido se ha reducido a cero, contando con un alto porcentaje de reciclado (65%) y una valorización energética de la fracción resto que alcanza el 35% de los residuos.
En Europa, los países que más reciclan son también los que más valorizan energéticamente la basura no reciclable.
Según Rafael Guinea, presidente de la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (AEVERSU) −a la que pertenece Zabalgarbi−, el fin último no es otro que avanzar hacia la “sociedad circular”, cerrando el ciclo de aprovechamiento de los productos y concibiendo los residuos como recursos. Ello deberá reportar beneficios para el medio ambiente, pero también para la economía.
En ello incide el nuevo paquete europeo de Economía Circular, que ha venido a reforzar la Directiva 2008/98/CE (DMR), en la que se establece una jerarquía clara y precisa en la gestión de los residuos y que debe dar comienzo con la prevención y la reducción, continuando con la reutilización y el reciclaje, y concluyendo con la valorización material y/o energética de la fracción no reciclable, relegando el vertido al último lugar, dado su negativo impacto sobre el medio ambiente y la salud.
Cada año, más de 200 profesionales de todo el mundo visitan la planta de valorización energética de Bizkaia para conocer sus instalaciones y su modelo tecnológico. En los últimos meses se han recibido a representantes institucionales o empresariales de más de Japón, Inglaterra, Escocia, Estados Unidos, Brasil, Tailandia, Holanda, Francia o Alemania, entre otros.