Aunque la producción de residuos aumentó con respecto a 2020 -año marcado por una reducción de desechos como consecuencia de la pandemia-, sigue siendo menor que en 2018 y 2019, algo que la Diputación considera positivo.
La tasa de recogida selectiva de residuos urbanos en Bizkaia ha recuperado la senda de crecimiento iniciada en los últimos años y se ha incrementado hasta el 51,2% el año pasado, según los datos que recoge anualmente la Diputación Foral de Bizkaia. Esta tasa supone 1,72 puntos más que el año pasado y se sitúa en unas décimas más que en 2019, cuando superó por primera vez en los últimos años la tasa del 50% que la Institución foral se había propuesto alcanzar en 2020, dentro de los objetivos de su segundo Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos (PIGRUB).
En cuanto a la generación de residuos, a lo largo del año pasado experimentó un aumento del 3% con respecto a 2020, un año, en cualquier caso, atípico en este sentido por la influencia de la pandemia en los hábitos y en las actividades que generan residuos. En cualquier caso, las 638.441 toneladas de desechos generadas durante el pasado año son una cantidad menor que la registrada en 2019 (648.164 toneladas) y en 2018 (646.725), de manera que puede decirse que este indicador también tiene un comportamiento que puede calificarse como positivo, atendiendo a la comparativa con ejercicios en los que no se han producido circunstancias excepcionales como las surgidas por el confinamiento y los efectos de la pandemia.
Este crecimiento viene auspiciado en parte por el nuevo aumento experimentado por la tasa de recogida en la fracción orgánica, que mantiene su tendencia al alza de los últimos ejercicios y que se sitúa en el 2,8% del total, alcanzando las 16.603 toneladas de 2021. En términos absolutos, por tanto, este crecimiento se sitúa en el 21% con respecto a 2020, circunstancia que se debe, muy probablemente, a que desde abril del año pasado, además de restos de origen vegetal, pueden depositarse en el contenedor marrón restos de carne y pescado, crudos o cocinados, marisco, huevos y sus cáscaras, huesos y queso.
Respecto a la recogida de envases ligeros, se mantiene en cifras muy similares a las de 2020, con 21.532 toneladas el año pasado (en 2020 esta fracción sumó 21.443 toneladas), y las de cartón y vidrio siguen siendo, como es habitual, las de mayor volumen de recogida. La primera de ellas ha registrado un incremento de 578 toneladas con respecto a 2020 y llegó a las 84.632 toneladas. En el caso del vidrio, el incremento ha sido mucho más notable: ha crecido 2.066 toneladas con respecto a 2019 y se sitúa en las 27.782 toneladas.