La CE insiste en un documento que nuestro país debe tomar medidas de forma inmediata para lograr alcanzar el objetivo de reciclaje del 50% en 2020, frente al actual 33%.
La Comisión Europea (CE) ha pedido a España que haga más esfuerzos en la gestión de aguas y residuos, en la calidad del aire y que mejore su fiscalidad ambiental, que en recaudación está por debajo de la media de la UE.
“Aunque se han adoptado algunas medidas en los últimos años, principalmente en el sector de la energía, los avances en materia de fiscalidad medioambiental son muy limitados”, indica la CE en un documento de análisis sobre la aplicación de la normativa medioambiental por los Estados miembros.
Ante esta situación, el Ejecutivo comunitario considera que España “todavía debe afrontar el desafío de desplazar la fiscalidad que grava el trabajo a otros impuestos menos perjudiciales para el crecimiento”.
Según el documento, los ingresos de los impuestos medioambientales en la última década “siguieron siendo de los más bajos de la UE”, con un 1,85% del producto interior bruto (PIB) en 2014, frente a la media del 2,46% en la UE.
En el caso de la gestión de residuos municipales destaca que “el 55% de los residuos municipales todavía se deposita en vertederos”, muy lejos del 28 % de media de la UE.
“Al ritmo actual de un 33% (16 % de reciclaje y 17 % de compostaje), España debe intensificar notablemente sus esfuerzos para alcanzar el objetivo de reciclaje de la UE del 50% de los residuos municipales antes de 2020”, añade la CE.
Para ello, Bruselas reclama a nuestro país el establecimiento de un impuesto nacional al vertido de residuos –o en su defecto, una armonización regional de dicha tasa–. Además, reclama también medidas dirigidas a mejorar la eficacia de la recogida selectiva de residuos con el objetivo de aumentar las tasas de reciclaje, intensificar la cooperación entre regiones y completar los planes regionales de gestión de residuos.
La gestión del agua, el primer reto
No obstante, para Bruselas el primero de los “retos” es la gestión del agua, donde España muestra “tasas muy elevadas” en calidad de agua potable y de baño, aunque sigue “enfrentándose al desafío de disociar el crecimiento económico de la gestión del agua”.
La CE propone un sistema distinto de tarifas y que se fomente la reutilización de las aguas residuales, así como “una mayor transparencia de los precios y las subvenciones y la modernización de los sistemas de regadío”.
Respecto al entorno marino, detecta amenazas a la biodiversidad en la costa Atlántica derivadas de la sobreexplotación pesquera, la pesca con redes de fondo o la contaminación por accidentes como los petroleros.
En el Mediterráneo, las amenazas provienen de la contaminación terrestre, “la basura marina, la sobreexplotación pesquera y la degradación de hábitats esenciales”.
España también debería aplicarse más, agrega la CE, en la calidad del aire, que sigue siendo“preocupante”, en particular en relación con el dióxido de nitrógeno y las partículas, así como en la congestión del tráfico en las principales áreas metropolitanas del país.
Bruselas iniciará ahora una ronda de contactos con los 28 Estados miembros para tratar de que las normas europeas se apliquen de manera eficiente.
Fuente:
Efeverde