La Comisión Europea ha aprobado la prohibición del ácido undecafluorohexanoico (PFHxA) en productos de uso diario como textiles, envases de alimentos y cosméticos.

La CE restringe el uso de un nuevo tipo de PFAS
Los envases de alimentos son una de las aplicaciones en las que se ha restringido el uso de PFHxA. Foto: Unsplash

La Comisión Europea (CE) adoptó ayer nuevas medidas en virtud del Reglamento REACH -la legislación de la UE sobre sustancias químicas- para proteger la salud humana y el medio ambiente restringiendo el uso del ácido undecafluorohexanoico («PFHxA») y las sustancias relacionadas con el PFHxA. Estos subgrupos de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas («PFAS») son muy persistentes y móviles en el agua, y su uso en determinados productos supone un riesgo inaceptable para la salud humana y el medio ambiente.

La restricción de PFHxA adoptada se centra en los usos en los que el riesgo no está adecuadamente controlado, existen alternativas y los costes socioeconómicos serán limitados en comparación con los beneficios para la salud humana y el medio ambiente.

La restricción prohibirá la venta y el uso de PFHxA en productos textiles de consumo, como chubasqueros; envases de alimentos, como cajas de pizza; mezclas de consumo, como aerosoles impermeabilizantes; cosméticos, como productos para el cuidado de la piel, y en algunas aplicaciones de espuma contra incendios, como para formación y pruebas, sin comprometer la seguridad. No afecta a otras aplicaciones del PFHxA, por ejemplo en semiconductores, baterías o pilas de combustible para hidrógeno verde.

Esta restricción supone un importante paso adelante en la reducción de las emisiones de PFAS, ya que el PFHxA se utiliza a menudo como sustituto de otro PFAS ya prohibido (el ácido perfluorooctanoico, o «PFOA»). Se basa en la evaluación científica de los comités de la ECHA y ha superado con éxito el escrutinio del Parlamento Europeo y del Consejo.

La restricción de PFHxA entrará formalmente en vigor tras periodos transitorios de entre 18 meses y 5 años, en función del uso, lo que dará tiempo a su sustitución por alternativas más seguras.

Sustancias químicas eternas

Los PFAS se denominan ‘sustancias químicas eternas’ porque no se descomponen en el medio natural. Utilizados en muchos procesos industriales y en muchos productos de consumo, los PFAS requieren una atención especial, habida cuenta del gran número de casos de contaminación del suelo y del agua, incluida el agua potable.

En los últimos 20 años, la UE ha tomado cada vez más medidas para atajar la contaminación por PFAS. Como se indica en la Estrategia sobre sustancias químicas para la sostenibilidad, la CE se ha comprometido a adoptar un conjunto completo de medidas para hacer frente al uso y la contaminación con PFAS, en el marco de REACH, la legislación de la UE sobre sustancias químicas, y de otras legislaciones específicas sobre medio ambiente y salud humana. Al prever tales acciones, la Comisión tiene debidamente en cuenta la disponibilidad de alternativas para los PFAS utilizados en aplicaciones necesarias para la doble transición hacia una economía ecológica y digital, así como la autonomía estratégica de la UE y la competitividad de la industria europea.

Esta nueva restricción es otro paso dado por la CE para hacer frente a los riesgos que plantean los PFAS, en el marco de REACH. Es distinta de la posible restricción de todo el grupo de los PFAS («restricción universal de los PFAS») que la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos (ECHA) está evaluando a raíz de una propuesta presentada en 2023 por cinco gobiernos europeos.

«La restricción de este subgrupo de PFAS es un hito más que nos acerca a un medio ambiente libre de tóxicos. La restricción prohibirá el uso de este «producto químico eterno» en, por ejemplo, textiles de consumo, cajas de pizza y algunos cosméticos. Las normas de la UE nos permiten restringir las sustancias nocivas cuando existen alternativas seguras. En beneficio de todos los consumidores y para una transformación ecológica de nuestra sociedad», dijo Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva para una Europa adaptada a la era digital.

«Estamos eliminando sustancias nocivas de productos que los ciudadanos utilizan a diario, como los textiles, los cosméticos y los envases de alimentos», añadió Maroš Šefčovič, vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, Relaciones Interinstitucionales y Prospectiva. «Esta restricción de los PFAS es un paso decisivo en nuestra estrategia para impulsar la sostenibilidad, la competitividad y la innovación en el sector químico. Sustituir las ‘sustancias químicas eternas’ contribuye a mantener sano nuestro medio ambiente, preservar nuestros recursos e impulsar la innovación en alternativas más limpias. La dirección está clara, y las empresas dispondrán de periodos de transición suficientes para adaptarse», concluyó

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