Las nuevas instalaciones de reciclaje de films de polietileno, junto con la mejora de los sistemas de recogida y de las tecnologías de clasificación, respaldan un previsible crecimiento del sector en los próximos años.
La industria europea del reciclaje de plásticos registró un aumento de casi el 10% en la capacidad instalada de reciclaje de plásticos film flexibles en 2020, lo que demuestra un sólido crecimiento a pesar de la pandemia de COVID-19 que provocó graves trastornos en el mercado de la gestión de residuos. La nueva estimación apunta a una capacidad de 2,7 millones de toneladas para el reciclaje de films de polietileno (PE) con 30 nuevas instalaciones de reciclaje, que suman en total 218.
El polietileno de baja densidad (LLDPE/LDPE), que representa una demanda de más de 9 millones de toneladas, es la segunda fracción de plástico más importante en el mercado de la UE y, por tanto, presenta un gran potencial de reciclaje. En la actualidad, el 17% del polietileno flexible reciclado ya encuentra salida en aplicaciones de film, siendo los envases no alimentarios y la construcción sus mayores mercados, mientras que las previsiones muestran que los productos de film de PE podrían incorporar en conjunto hasta un 38% de contenido reciclado para 2030.
«El reciclado de residuos de polietileno flexible de uso doméstico, que antes se consideraba difícil de reciclar, es un modelo de negocio exitoso en la actualidad. Los rápidos avances tecnológicos en materia de recogida, clasificación y reciclado han hecho posible que el film se vuelva a reciclar», afirma Ton Emans, presidente de Plastics Recyclers Europe. «El reciclaje en circuito cerrado es el futuro del plástico flexible circular, lo que sitúa a Europa a la cabeza del reciclaje mecánico de films», añade.
«Esto no significa que no haya desafíos -asegura Emans-. Los principales obstáculos a la hora de dirigirse a las nuevas aplicaciones de gama alta son los productos multicapa y multimateriales, que no se ajustan a los principios del diseño para el reciclaje«.
Sin embargo, el crecimiento del reciclaje de plásticos film flexibles está previsto que continúe gracias a las tendencias positivas actuales. En primer lugar, con la ampliación de los sistemas de recogida que se están aplicando en todos los Estados miembros para alcanzar los objetivos de reciclaje de la UE, la recogida de films de plástico flexible en los hogares va a aumentar.
En segundo lugar, la mejora de las tecnologías de clasificación junto con el esfuerzo de los sistemas de responsabilidad ampliada del productor y los centros de clasificación generan flujos monomateriales, lo que disminuye gradualmente la fracción de poliolefinas mezcladas.
Por último, con el compromiso de los actores de la cadena de valor del plástico flexible de mejorar la reciclabilidad de los plásticos, así como de incorporar plásticos reciclados en sus productos, la demanda de PE flexible reciclado de alta calidad seguirá creciendo.
Sin embargo, para seguir estas tendencias positivas, los agentes del sector deben buscar soluciones a largo plazo y no soluciones rápidas. «Los procesos que proponen que solo el 20% del film reciclado vuelva a las aplicaciones de film y el 80% al moldeo por inyección son un paso atrás para nuestra industria, ya que no están alineados con los principios de la economía circular«, afirma Ton Emans, en referencia al Proceso de Reciclaje de Calidad desarrollado por Ceflex, entidad europea que representa a la cadena de valor de los envases plásticos flexibles. Por el contrario, Plastics Recyclers Europe cree que esta vía pondrá en peligro procesos de reciclaje bien establecidos y que funcionan, al tiempo que paralizará los esfuerzos para que los envases de plástico flexible sean totalmente reciclables.
Los recicladores creen que a aplicación de esta «supuesta» nueva solución generará tonelajes adicionales de poliolefinas mixtas que sólo podrán destinarse a un mercado de moldeo por inyección ya saturado que no puede absorber las importantes cantidades procedentes del reciclaje de residuos domésticos flexibles. Además, el uso de materiales reciclados para sustituir a la madera, el vidrio o el metal no puede ser nunca el objetivo de la industria. «Nunca será un caso de negocio rentable», sentencia Emans.
Para el sector del reciclaje, si la industria quiere transformar la gestión de los residuos plásticos flexibles de forma genuina y duradera hacia la circularidad, debe centrarse en seguir optimizando y avanzando en los procesos y soluciones que ya tienen un buen rendimiento para producir material reciclado de la más alta calidad, impulsando la aceptación de los reciclados en las aplicaciones de film.