Tras la realización de tres pruebas piloto con grandes productores, hogares y comedores escolares, la recogida separada de residuos orgánicos está ya disponible para toda la ciudadanía.
El sistema de recogida selectiva de residuos orgánicos de Castellón empezó ayer a funcionar con la apertura de los 1.098 nuevos contenedores marrones instalados por toda la ciudad.
El objetivo a medio plazo es conseguir separar 20.000 toneladas anuales de materia orgánica, que puede ser reconvertida en abono para la tierra y en biocombustible. La implantación del contenedor marrón llega en un momento de tendencia al alza de los hábitos de reciclaje en la ciudad, donde la separación en origen ha crecido un 14,34% durante el primer semestre del año.
El concejal de Reciclaje y Gestión de Residuos, Ignasi Garcia, explicó que «de todos los restos que generan los hogares de Castellón, entre el 30% y el 40% son restos orgánicos y recuperarlos correctamente evitará que se contamine el territorio, las aguas subterráneas y que se puedan generar productos reciclados».
El edil celebró también la activación de un proyecto para el que «hemos podido cumplir con los plazos que nos marcamos a principio de año, a pesar de la declaración del estado de alarma y el rediseño presupuestario al que nos ha llevado la crisis sanitaria».
Además, la activación de la recogida de restos orgánicos supondrá la creación de una decena de puestos de trabajo y la adquisición de nuevos vehículos para ampliar la red, con un incremento de la inversión municipal de 1,6 millones de euros anuales.
Con esta mejora en la gestión de las residuos urbanos, el consistorio da un paso más en el cumplimiento del Plan Integral de Residuos de la Comunidad Valenciana. La implantación general de la recogida de materia orgánica llega después de la realización de tres pruebas piloto con grandes productores, ciudadanía y comedores escolares.
Más contenedores de envases
La ampliación del servicio de recogida de residuos supondrá también la instalación de 150 nuevos contenedores de envases ligeros (plástico, aluminio y acero). Esta fracción ha sido la que mayor tasa de incremento ha registrado en cuanto a la separación doméstica y el refuerzo de la red de depósitos urbanos aspira a mantener este hábito. Así, Castellón dispondrá ahora de cerca de 700 contenedores, duplicando la capacidad prevista por Ecoembes.