El año pasado se generaron en Cataluña más de 3,5 millones de toneladas de RSU, un 4% menos que en 2012, de las que el 38% fueron recogidas de forma selectiva para su reciclaje.
Durante el año 2013 se generaron en Cataluña un total de 3.588.822 toneladas de residuos municipales, cifra que supone un 4% menos que en el año 2012. La generación de residuos per cápita continuó mejorando, y en un año se ha reducido de 1,35 kg/habitante y día a 1,30 kg, situándose en cifras similares a las del año 1997.
Del total de residuos municipales, se recogieron selectivamente un 38%, es decir, 1.361.815 toneladas. De la fracción resto –la que no es recogida de forma selectiva–, algo más de la mitad se derivó a plantas de tratamiento mecánico-biológico (TMB), lo que permitió recuperar una parte de los materiales que contiene.
Los datos corresponden al balance estadístico de residuos municipales del año 2013, presentado el pasado viernes por el director de la Agència de Residus de Catalunya (ARC), Josep Maria Tost.
Recogida selectiva
La recogida selectiva continúa la tendencia de reducción, con 6,77 puntos menos en valor absoluto que en el año 2012 (y 1,2 puntos menos en valor relativo). Las fracciones que presentan un mayor descenso son el papel y cartón, el metal, el textil y los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
El esfuerzo de la ciudadanía en la separación de residuos sigue siendo importante, aunque el contexto económico actual genera factores asociados, tales como la contracción y la racionalización del consumo (visto especialmente en la disminución en la generación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, ya que los ciudadanos alargan su vida útil; las ropas, que se aprovechan más, o la materia orgánica, debido a la reducción del desperdicio alimentario, es decir, se tira menos comida), y también la sustracción de materiales valiosos en los contenedores de las grandes ciudades y en los puntos limpios (es el caso de papel y cartón o el metal).
La fracción resto
Por lo que respecta a la fracción resto, en 2013 se gestionaron en Cataluña 2.227.000 toneladas, un 2,1% menos que el año anterior. La gestión de esta fracción continúa tendiendo hacia su tratamiento –trasladándola a plantas que separan algunos de los materiales recuperables–, en detrimento del depósito controlado. Así, el 51,8% de la fracción resto se envió a plantas de tratamiento mecánico-biológico, y menos de la mitad tuvo como destino directo la incineración (11,2%) o el vertido controlado (37%).
La optimización de las infraestructuras que se está desarrollando, con el consenso de las entidades locales, ha favorecido que las plantas de tratamiento de esta fracción mejoren sus resultados.
Comarcas por encima de la media
De acuerdo con los datos de recogida selectiva neta total –una vez descontados los impropios, que son aquellos residuos que no corresponden al contenedor en el que se depositan– a escala territorial, las comarcas con mayor índice de recogida selectiva neta, en porcentaje, son Osona, la Terra Alta, la Segarra, el Priorat, l’Alt Urgell, y el Pla d’Urgell, con porcentajes superiores a la media catalana (30,5%)
Residuos industriales
En 2013, el Registro de productores de residuos industriales de Cataluña contaba con 13.880 empresas inscritas, que presentaron su declaración anual. Esta declaración aporta información sobre los residuos generados por cada centro de producción.
La actividad industrialgeneró el año pasado 3,6 millones de toneladas de residuos, cifra muy similar a las de los últimos años. Las actividades industriales que generaron más residuos fueron las del sector agroalimentario, el metalúrgico y las industrias químicas y de papel.
La principal vía de gestión de los residuos industriales continúa siendo la valorización, que representa el 78,4% de la gestión, es decir, 2,77 millones de toneladas, gracias al importante tejido de empresas gestoras existente en Cataluña.
Residuos de construcción
El año 2013 se gestionaron unos 2,3 millones de toneladas de residuos de construcción en Cataluña, cifra que ha disminuido ligeramente respecto al año anterior. Del total, 940.000 toneladas (un 41%) se destinaron a plantas de valorización, mientras 1,3 millones de toneladas se enviaron a depósito controlado.