El documento, que forma parte de la Estrategia Industrial de la UE, presenta medidas, entre otras muchas, para que los productos duren más tiempo, sean más fácilmente reutilizables, reparables y reciclables, e incorporen material reciclado.
La Comisión Europea aprobó ayer un nuevo Plan de Acción para la Economía Circular, uno de los principales componentes del Pacto Verde Europeo, el nuevo programa de Europa para el crecimiento sostenible. Con medidas a lo largo de todo el ciclo de vida de los productos, el nuevo Plan de Acción tiene por objeto hacer que la economía europea sea apta para un futuro verde, fortalecer la competitividad protegiendo al mismo tiempo el medio ambiente y otorgar nuevos derechos a los consumidores. Sobre la base de la labor realizada desde 2015, el nuevo Plan se centra en el diseño y la producción para una economía circular, con el objetivo de garantizar que los recursos utilizados se mantengan en la economía de la UE durante el mayor tiempo posible. El plan y las iniciativas que contiene se desarrollarán con la estrecha participación de la comunidad empresarial y de las partes interesadas.
La transición hacia una economía circular ya está en marcha, y las empresas, los consumidores y las autoridades públicas de Europa que están a la vanguardia adoptan este modelo sostenible. La Comisión se asegurará de que la transición a la economía circular ofrezca oportunidades para todos, sin dejar a nadie atrás. El Plan de Acción para la Economía Circular presentado ayer como parte de la Estrategia Industrial de la UE presenta medidas para:
- Hacer que los productos sostenibles sean la norma en la UE. La Comisión propondrá una legislación sobre la Política de Productos Sostenibles, para garantizar que los productos comercializados en la UE estén diseñados para durar más tiempo, sean más fáciles de reutilizar, reparar y reciclar, e incorporen en la medida de lo posible material reciclado. Se restringirá el uso único, se abordará la obsolescencia prematura y se prohibirá la destrucción de los bienes duraderos no vendidos.
- Empoderar a los consumidores. Los consumidores tendrán acceso a información fiable sobre cuestiones como la reparabilidad y la durabilidad de los productos para ayudarles a tomar decisiones ambientalmente sostenibles. Los consumidores se beneficiarán de un verdadero «Derecho a la reparación».
- Centrarse en los sectores que utilizan más recursos y donde el potencial de circularidad es alto. La Comisión lanzará acciones concretas sobre:
- Electrónica y TIC – una «Iniciativa de Electrónica Circular» para tener una mayor vida útil de los productos, y mejorar la recogida y el tratamiento de los residuos.
- Baterías y vehículos – nuevo marco regulador de las baterías para mejorar la sostenibilidad y aumentar el potencial circular de las baterías.
- Embalaje – nuevos requisitos obligatorios sobre lo que se permite en el mercado de la UE, incluida la reducción del (sobre)embalaje.
- Plásticos – nuevos requisitos obligatorios para el contenido reciclado y especial atención a los microplásticos así como a los plásticos biológicos y biodegradables.
- Textiles – una nueva estrategia de la UE para los textiles con el fin de reforzar la competitividad y la innovación en el sector e impulsar el mercado de la UE para la reutilización de los textiles.
- Construcción y edificación – una estrategia integral para un entorno construido de forma sostenible que promueva los principios de circularidad para los edificios
- Alimentación – nueva iniciativa legislativa sobre la reutilización para sustituir los envases, vajillas y cubiertos de un solo uso por productos reutilizables en los servicios de alimentación
- Asegurar menos desperdicio. La atención se centrará en evitar totalmente los desechos y en transformarlos en recursos secundarios de alta calidad que se beneficien del buen funcionamiento del mercado de materias primas secundarias. La Comisión estudiará la posibilidad de establecer un modelo armonizado a escala de la UE para la recogida selectiva de residuos y el etiquetado. El Plan de Acción también propone una serie de medidas para reducir al mínimo las exportaciones de residuos de la UE y hacer frente a los traslados ilegales.
El vicepresidente ejecutivo para el Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, dijo: «Para lograr la neutralidad climática para 2050, preservar nuestro medio ambiente natural y fortalecer nuestra competitividad económica, se requiere una economía totalmente circular. Hoy en día, nuestra economía sigue siendo en su mayor parte lineal, y sólo el 12% de los materiales y recursos secundarios se devuelven a la economía. Muchos productos se averían con demasiada facilidad, no pueden ser reutilizados, reparados o reciclados, o están hechos para un solo uso. Existe un enorme potencial a explotar tanto para las empresas como para los consumidores. Con el plan de hoy ponemos en marcha medidas para transformar la forma en que se fabrican los productos y capacitar a los consumidores para que tomen decisiones sostenibles en beneficio propio y del medio ambiente».
Por su parte, el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius, afirmó: «Sólo tenemos un Planeta Tierra, y sin embargo en 2050 estaremos consumiendo como si tuviéramos tres. El nuevo Plan hará de la circularidad la corriente principal de nuestras vidas y acelerará la transición verde de nuestra economía. Ofrecemos una acción decisiva para cambiar la cima de la cadena de la sostenibilidad: el diseño de productos. Las acciones orientadas al futuro crearán oportunidades de negocio y de empleo, darán nuevos derechos a los consumidores europeos, aprovecharán la innovación y la digitalización y, al igual que la naturaleza, se asegurarán de que no se desperdicie nada».
Condición previa para la neutralidad climática
El Pacto Verde Europeo, presentado por la Comisión von der Leyen el 11 de diciembre de 2019, establece una ambiciosa hoja de ruta hacia una economía circular neutra desde el punto de vista climático, en la que el crecimiento económico se desvincula del uso de los recursos. Una economía circular reduce la presión sobre los recursos naturales y es una condición previa para alcanzar el objetivo de neutralidad climática para 2050 y detener la pérdida de biodiversidad. La mitad de las emisiones totales de gases de efecto invernadero y más del 90% de la pérdida de biodiversidad y del estrés hídrico proceden de la extracción y el procesamiento de recursos.
La economía circular tendrá beneficios positivos netos en términos de crecimiento del PIB y creación de empleo, ya que la aplicación de medidas ambiciosas de economía circular en Europa puede aumentar el PIB de la UE en un 0,5% adicional para 2030 creando alrededor de 700.000 nuevos puestos de trabajo.