Recoger adecuadamente las baterías y enviarlas para su tratamiento ayudaría a maximizar la gestión de sus residuos y facilitaría dirigirlas hacia una estrategia más circular.
Las baterías se han convertido en un elemento esencial para la transición hacia energías limpias. Alimentan desde vehículos eléctricos, patinetes y bicicletas hasta dispositivos digitales, y son esenciales para almacenar la energía procedente de energías renovables.
A medida que crece la demanda de baterías como soluciones energéticas limpias, también lo hace la necesidad de reciclarlas eficazmente para garantizar una industria sostenible y competitiva. Una nueva serie de estudios del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea aborda la recogida, clasificación y reciclado de los residuos de baterías, así como los índices de recuperación de los distintos materiales.
El aumento de la demanda de baterías implica un aumento de la demanda de las materias primas que contienen, como cobalto, litio, níquel y cobre. Se prevé, por ejemplo, que la demanda de litio se multiplique por 21 de aquí a 2050. En la mayoría de los casos, la extracción y el refinado de estos materiales conllevan elevados costes medioambientales y sociales. Esto hace que sea especialmente importante ampliar el ciclo de vida de las baterías y garantizar el mayor grado de circularidad de sus residuos.
Pero los efectos positivos del reciclado de materiales van más allá de la protección del medio ambiente. La UE depende de terceros países para obtener las materias primas de las baterías, por lo que reutilizarlas y reciclarlas ayuda a la UE a mantener una ventaja competitiva en el mercado y contribuye a evitar posibles escaseces en la cadena de suministro.
Recogida de pilas: mejores datos y objetivos más claros
Un sistema ideal de gestión y reciclado comienza en cuanto una batería deja de ser utilizable. Tras su uso, las baterías deben recogerse adecuadamente y enviarse para su tratamiento al final de su vida útil. Esto ayudaría a maximizar la gestión adecuada de los residuos y facilitaría dirigir las baterías hacia la estrategia circular más adecuada en función de sus características y potencialidades.
El aumento de la vida útil de las baterías influye en el volumen de residuos disponibles para su recogida. Además, estrategias circulares como la remanufacturación y la reutilización alargan su vida útil, retrasando su eliminación como residuo. Al mismo tiempo, un número significativo de baterías no se recoge adecuadamente, lo que reduce el volumen total disponible para el reciclado.
Teniendo esto en cuenta, el estudio del CCI sobre los índices adecuados de recogida de residuos de baterías sugiere adoptar una nueva metodología que tenga en cuenta las tecnologías en rápido desarrollo y anteriormente no reguladas, como las baterías de litio de medios de transporte ligeros (TML) o las extraídas de teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles y otros dispositivos. Esto ayudará a reflejar mejor los flujos reales de residuos de baterías disponibles para su recogida y, por tanto, a calcular una tasa de recogida que refleje los volúmenes reales de baterías recogidas para su posterior envío a tratamientos de residuos.
Lista de residuos y reciclaje
Para salvar la distancia entre el mercado de las baterías, en constante evolución, y la normativa vigente, el CCI ha publicado un informe con una «lista de residuos» recién revisada. El documento pretende actualizar la clasificación de residuos de la UE, para reflejar mejor los tipos de residuos de baterías que se manejarán hoy y en los próximos años, y la diversidad de flujos de residuos procedentes del final de la vida útil de estas.
Al clasificar la mayoría de los residuos de baterías como «peligrosos», los expertos del CCI también esperan apoyar unas normas más estrictas de protección medioambiental cuando se procesen estos residuos.
Otro paso importante dado por los investigadores del CCI tiene que ver con el cálculo de las tasas de reciclado de forma coherente en toda la UE. El informe hace algunas sugerencias explícitas sobre cómo calcular la eficiencia del reciclado y los índices de recuperación de materiales para el cobalto, el cobre, el plomo, el litio y el níquel.
El estudio demuestra que el reciclaje de alta calidad no se limita al proceso de «circuito cerrado» de convertir las baterías en nuevas baterías, sino que pueden reciclarse en materiales y productos valiosos que, a su vez, también se reciclan al final de su vida útil.
Sin embargo, el estudio destaca algunas mejoras importantes necesarias para que este tipo de reciclaje sea eficaz. Recomienda definir claramente términos como «masa negra» e «impurezas» para garantizar una comprensión coherente, ya que las definiciones poco claras podrían restar eficacia al reciclado.
Centrarse en las baterías de litio
Hasta ahora, las metodologías de cálculo, las listas de residuos o las normas de cálculo del reciclado no habían incluido las baterías de litio en su núcleo. Como resultado, ya no reflejaban la dinámica del mercado ni los conocimientos en tecnologías de baterías, en las que este tipo está adquiriendo cada vez más protagonismo.
Este nuevo enfoque global del CCI permite contribuir positivamente al despliegue de una cadena de valor de las baterías circular, sostenible, innovadora, competitiva y resiliente en la UE.
El objetivo del trabajo del CCI sobre baterías es lograr un enfoque coherente y completo que ayude a mantener sus materiales y componentes en la economía y permita importar y exportar flujos de residuos dentro y fuera de la UE y la OCDE. Cerrar eficazmente el bucle ayudará a que la cadena de valor de las baterías de la UE no sólo sea eficiente en el uso de los recursos, sino también más competitiva.