El centro de investigación ha firmado un convenio con la Diputación Foral de Gipuzkoa para promover el estudio del empleo de microalgas en los procesos de depuración de aguas residuales.
El diputado de Medio Ambiente de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, y el gerente de Ceit-IK4, José Ignacio Terrés, firmaron recientemente un convenio que permitirá el avance de las investigaciones llevadas a cabo por el centro en materia de microalgas, concretamente en su empleo para el tratamiento de aguas residuales. Los investigadores del grupo de Agua y Residuos de Ceit-IK4 sentarán las bases del desarrollo de una tecnología basada en las microalgas capaz de depurar aguas residuales para su reutilización en diferentes ámbitos.
Las microalgas son microorganismos que emplean luz solar como fuente de energía y CO2 como fuente inorgánica de carbono, consumiendo nutrientes y produciendo oxígeno. A través de su acción, puede lograrse depurar aguas residuales reduciendo los niveles de contaminación y la presión que estas ejercen sobre el medio ambiente. Simultáneamente, el consumo de CO2 en el proceso posibilita la disminución de las emisiones de este gas, con el consiguiente efecto positivo sobre el calentamiento y el cambio climático.
El responsable foral, José Ignacio Asensio, explicó que su Departamento quiere avanzar en la dirección de mejorar el medio ambiente, promover la economía circular y procurar la mitigación y adaptación al Cambio Climático. “Las microalgas pueden actuar de manera eficaz en la disminución de las emisiones de CO2 y abren un campo de investigación sobre tecnologías verdes que permiten reforzar este sector e impulsar la creación de empleos ligados a la economía circular en Gipuzkoa”, declaró.
En ese sentido, en virtud del convenio de 2018, se apoyó la creación de una plataforma experimental de ensayos, que ha resultado viable y ha permitido recabar abundante información preliminar. El mismo centro investigador se dispone ahora a probar esa plataforma en un escenario cercano al real para optimizar su funcionamiento en el caso concreto a aplicar, esto es, en el caso de las aguas residuales. Esta nueva etapa de investigación comprenderá no pocas acciones como la valoración del uso de soportes plásticos para favorecer el crecimiento de la biomasa, el empleo de CO2 con el mismo objetivo, la filtración con membrana e incluso la valorización de la biomasa algal. Para un control óptimo de la producción de microalgas será necesario mejorar el equipo de seguimiento del proceso.
El Convenio firmado supone sentar las bases de este ambicioso proyecto constituyendo una plataforma experimental en un escenario cercano al real para optimizar su funcionamiento.