La iniciativa culminará con prototipos de baldosas cerámicas y mobiliario urbano de hormigón fabricados con materiales reciclados.
El Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (Ivace+i) financia el desarrollo de nuevas tecnologías para fabricar productos cerámicos y hormigones reciclados a partir de los residuos generados por el sector de la construcción y la demolición.
El objetivo es recuperar y aprovechar la fracción mineral de estos desperdicios, que actualmente se depositan en vertederos, para generar materiales con la misma calidad y características técnicas que los fabricados con materias primas vírgenes.
La empresa Cantera La Torreta lidera este proyecto, denominado MASP-RCD, en colaboración con el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), el centro tecnológico AIDIMME, y el Instituto de Ciencia y Tecnología del Hormigón de la Universitat Politècnica de València (ICITECH-UPV). Además, la iniciativa cuenta con financiación de la Unión Europea en el marco del programa Comunitat Valenciana FEDER para el periodo 2021-2027.
El sector de la construcción es responsable hoy de más del 35% de los residuos que se generan en el seno de la Unión Europea, de ahí que su valorización se haya convertido en un objetivo prioritario para Bruselas, que desde 2020 exige la recuperación y reciclado del 70% de estos desechos.
Sólo en España se calcula que entre 2012 y 2020 se produjeron de media alrededor de 22,15 millones de toneladas al año de residuos de construcción y demolición, según la Asociación Española de Reciclaje de RCD, de las cuales un 20% ha terminado en vertederos incontrolados y apenas se ha aprovechado el 57%.
La mayor parte de los residuos recuperados se destina a la producción de materias primas secundarias y de bajo valor añadido, como los áridos y materiales de relleno, a pesar de que en los últimos años se han desarrollado tecnologías que permiten separar los distintos elementos que componen los residuos de construcción y demolición.
Sin embargo, el bajo coste de las tasas de vertido y los trámites administrativos que se requieren en España para valorizar estos materiales, entre otros factores, han desincentivado la adopción de estos sistemas avanzados, que abren la puerta a la fabricación de productos de alto valor.
Impulso a la economía circular
Precisamente, el proyecto MASP-RCD pretende impulsar la economía circular en este sector, demostrando la viabilidad de generar materiales cerámicos y hormigones reciclados con restos que hasta ahora carecían de interés para la industria.
Para ello, el equipo técnico ha de determinar, primero, las especificaciones que deben cumplir los residuos para usarlos en la producción de arcilla cocida y baldosas cerámicas, así como el porcentaje máximo de material reciclado que se puede destinar a esta aplicación.
El objetivo, en una segunda fase, es producir prototipos fabricados con residuos de la construcción y validar que cumplen con la normativa vigente para, a continuación, sentar las bases de una planta de tratamiento con el fin de obtener materias primas para diferentes industrias a partir de este tipo de desechos.
El proceso que se ha planteado para fabricar hormigones reciclados es similar, si bien se ha establecido el reto de conseguir que hasta el 100% de todos los áridos gruesos provengan de escombros y otros residuos, así como una parte significativa de los finos. Del mismo modo, también se pretende elevar el contenido del material reciclado que actualmente se emplea en morteros y otros elementos prefabricados.
El resultado de estos trabajos culminará con el diseño de mobiliario urbano de hormigón reciclado, con el fin de mostrar sus capacidades a los organismos y administraciones públicas, que se erigen en los principales clientes potenciales de este tipo de producto.
A la experiencia de Cantera La Torreta en la producción de áridos, se suma en este proyecto el ITC, cuya contribución resulta decisiva para garantizar la correcta fabricación de material cerámico con materias primas recicladas. En el desarrollo de hormigones, mientras, participan tanto ICITECH-UPV, con una amplia experiencia en el diseño de estos materiales, como AIDIMME, que centra mayoritariamente su trabajo en el desarrollo del prototipo de mobiliario urbano.
La iniciativa se alinea así con las conclusiones del comité de innovación especializado en hábitat sostenible, que insta a desarrollar e implementar materiales eficientes energéticamente, reutilizables, biodegradables, sostenibles y seguros, que alarguen su vida útil e incrementen su durabilidad.