CEWEP considera que un periodo de transición demasiado largo puede desincentivar las inversiones necesarias para la implantación de una economía circular en la UE.
La Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética de Residuos (CEWEP) ha hecho un llamamiento a los Estados miembros para que no vean el desvío de residuos del vertedero como una carga, sino como una oportunidad para mejorar sus sistemas de gestión de residuos, con el apoyo de la UE, y para desviar residuos de los basureros que pueden ser reciclados y recuperados tan pronto y tanto lo antes y en la mayor cantidad posible. Y se refieren no sólo para los residuos municipales, sino también a los residuos comerciales e industriales que pueden ser tratados en niveles más altos de la jerarquía de residuos (prevención, reutilización, reciclaje, valorización energética y, por último, vertido).
El acuerdo sobre el Paquete de Economía Circular incluye un objetivo de vertido máximo del 10% de los residuos municipales generados. Para CEWEP, esta sería una buena noticia si no fuera por el extremadamente largo período de transición previsto. El objetivo del 10% tiene que conseguirse en 2035 –cinco años más tarde que en la propuesta original de la Comisión– con otra extensión de cinco años para los Estados miembros que en 2013 enviaban a vertederos el 60% o más de sus residuos urbanos. “Es claramente menos ambicioso que la meta del 5% en 2030 requerida por el Parlamento”, lamenta la organización en un comunicado.
“El acuerdo actual significa que serán necesarios otros 22 años, hasta 2040, antes de que el vertido se reducirá significativamente en Europa. Retrasar los objetivos de reducción de vertido durante mucho tiempo es un fracaso de una política sostenible sobre residuos y clima de la UE”.
Para CEWEP existe el riesgo de que los residuos se trasladen a Estados más permisivos con el uso de vertederos
Con una transición tan larga CEWEP teme que no se actúe demasiado para reducir el uso de vertederos en el ínterin. El objetivo provisional previsto que permite un 25% máximo de vertido en 2035 para obtener la ampliación hasta 2040 está también muy lejano en el tiempo. Por todo ello, con el fin de asegurar que se tomen las medidas necesarias, la entidad reclama establecer las metas provisionales en 2025 y 2030.
Un período de transición largo puede ser una oportunidad perdida para el tratamiento de los residuos en un nivel más alto de la jerarquía, para luchar eficazmente contra el cambio climático y garantizar la seguridad de la inversión en crecimiento y empleo verde. Para CEWEP esto dará lugar a inversiones mal dirigidas y a un enfoque de economía no circular: “Los inversores se lo pensarán dos veces antes de poner su dinero en un país que permite tasas de vertido altas”.
“Además –insiste–, existe el peligro de que los residuos sean trasladados a los Estados miembros donde se siga permitiendo un mayor uso de vertederos utilizando vacíos legales. Los movimientos de residuos a estos países deben ser cuidadosamente vigilados para evitar que se conviertan en los vertederos de Europa”.
Reducir el vertido para proteger el clima
Por otra parte, el desvío de residuos del vertedero es esencial para la protección del clima y la aplicación del acuerdo de París. “Teniendo en cuenta que hemos vertido todavía más de 60 millones de toneladas de residuos urbanos en la UE, que contribuyen enormemente al cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero (emisores de hasta 100 millones de toneladas de CO2 equivalente), no podemos permitirnos esperar hasta 2040 para reducir el vertido y sus emisiones de metano, con un impacto muy relevante sobre el clima”.
«Solo un reciclado de calidad creará la confianza del mercado necesaria para sustituir a los materiales vírgenes»
Por ello, el desvío del vertedero de residuos que pueden ser reciclados o recuperados es un prerrequisito para la protección del clima y el desarrollo de una economía circular.
Reciclado de calidad
Pero otra condición indispensable para el éxito de la economía circular es calidad del reciclaje. “Demasiado a menudo, la economía circular se reduce al reciclaje cuantitativo (y de hecho esto perjudica a la prevención de residuos, que está por encima la jerarquía). Solo un reciclado de calidad crea la confianza del mercado necesaria para sustituir a los materiales vírgenes y lograr una economía circular sostenible”.
A ello hay que añadir que China ha restringido las importaciones de residuos y que significativas cantidades de residuos, como plásticos y papel, que se enviaban para su reciclaje al gigante asiático deberán ahora buscar otros destinos. “La UE debería ver esto como una oportunidad para desarrollar un reciclaje de calidad para ahorrar recursos primarios en Europa”, explica el comunicado.
En este sentido, recuerda CEWEP que “la valorización energética de residuos está ahí para apoyar un reciclaje de calidad mediante el tratamiento de las fracciones que no son aptas para el reciclaje”. Al mismo tiempo “los metales presentes en las cenizas resultantes del proceso se reciclan y los minerales restantes se utilizan para la construcción, sustituyendo recursos primarios como grava y arena”.
Además, añade, “las plantas de valorización energética de residuos en Europa producen energía para los hogares y la industria. Pueden suministrar electricidad a 18 millones de habitantes y calor a 15,2 millones, lo que nos hace menos dependientes del uso de combustibles fósiles vírgenes”.