El proyecto busca revalorizar las corrientes secundarias infrautilizadas o de desechos de la industria cervecera para su posterior conversión en cinco bioproductos industriales de alto valor añadido.
Los pasados días 29 y 30 de septiembre se llevó a cabo en el centro tecnológico Ainia, en Valencia, la reunión de lanzamiento del proyecto europeo CHEERS, un nuevo concepto de biorrefinería, inspirado en la biodiversidad de la naturaleza (plataformas de insectos y microbios) con el objetivo de revalorizar las corrientes secundarias infrautilizadas o de desechos como el bagazo, las aguas residuales, el CO2 y el CH4 de la industria cervecera para su conversión en productos innovadores de base biológica competitivos a nivel de mercado.
La compañía cervecera Mahou San Miguel es coordinadora y líder de explotación del proyecto, el cuál contribuirá a desarrollar un nuevo enfoque de biorrefinería cero residuos.
La biotecnología es una herramienta con potencial para reducir el impacto de las actividades humanas sobre nuestro planeta. Gracias al desarrollo de nuevas plataformas de producción de base biológica es posible dar un paso adelante hacia un uso más eficiente de los flujos de residuos con el fin de alcanzar la circularidad industrial.
La bioconversión y el uso en cascada de la biomasa procedente de flujos secundarios que ofrece CHEERS pretende ser un punto de partida para que otras industrias fermentativas puedan mejorar la eficiencia en el uso de materias primas, la sostenibilidad y su competitividad general.
El proyecto ofrece una solución modular donde las industrias de base biológica pueden configurar su combinación óptima seleccionando entre 5 rutas biotecnológicas novedosas que generan 5 bioproductos para aplicaciones industriales, con atractivas oportunidades de mercado: proteína de insectos, desinfectante, proteína microbiana, ectoína y ácido caproico.
Todas las cadenas de valor de CHEERS se basan en nuevos bioprocesos o innovadores biofermentadores combinados con procesos sostenibles de transformación, que se validarán a escala de demostración en una cervecera industrial. Finalmente, se alcanzará una reducción mínima del 45% de la huella de carbono en cada cadena de valor.
El proyecto durará un total de dos años, y además de Mahou San Miguel, en él participan otros 1o socios de 5 países europeos, entre ellos proveedores de tecnología, usuarios finales y entidades de investigación como Aqualia, Hidrotec, Ainia, Universidad de Valladolid – Instituto de Procesos Sostenibles, Proteinsecta, Innovarum, Symrise AG, Genia Bioenergy, Syspro Automation, ThunderFoods, Zhaw y Earthwatch.