Han sido aprehendidos 1.461 kilogramos de cocaína oculta entre las escamas de plástico cuyo destino aparente era su reciclaje.
La Guardia Civil, en la denominada operación Picass 21, y en colaboración con cuerpos policiales de Estados Unidos, Colombia y Ecuador, ha desarticulado una importante organización criminal dedicada a introducir cocaína en España por vía marítima, procedente de Sudamérica.
El desarrollo de la investigación llevó a los agentes ante un inminente trasporte de cocaína desde Ecuador en un contenedor marítimo, cuya carga ilegal estaría mezclada con mercancía pantalla, por lo que se estableció un dispositivo policial de control del envío ya desde su origen en América.
Una vez que dicho contenedor llegó al Puerto de Algeciras el pasado mes de octubre, se procedió a la inspección del mismo, hallándose 22.000 kilogramos de escamas multicolor de PET (“tereflalato de polietileno”, un tipo de plástico muy usado en la fabricación de envases de bebida y textiles), distribuidos en 906 sacos de 25 kilogramos cada uno. Un minucioso análisis arrojó un resultado de 87 sacos que contenían unas partículas de color rojo y verde, mezcladas con las escamas de PET, no resultando sencilla su diferenciación a simple vista pero que, tras ser sometidas a un test especializado, ofrecían resultado positivo en cocaína.
Cabe destacar la dificultad de la detección de la droga, no solo por el pequeño tamaño de las partículas, sino también debido a que la cocaína había sido sometida en origen a un proceso químico, que provocaba que no reaccionara al análisis de determinados test rápidos, y que tampoco fuera detectada por los canes especializados en la detección de estupefacientes.
Por todo ello y como primera fase de explotación, una vez retirada la carga ilegal, se estableció un operativo policial para la entrega controlada del contenedor inspeccionado, llevando a los agentes hasta una pedanía de la localidad Murciana de Jumilla, donde se procedió a la detención de los seis varones que se disponían a almacenar la mercancía en una nave.
Inspeccionado dicho establecimiento, se encontraron 363 sacos similares y que también contenían escamas de PET, así como documentación relativa a su importación, lo que afianzó las sospechas de los agentes de que no era el primer transporte de droga que realizaban utilizando el mismo modus operandi.
Se ha procedido a la detención de un total de 18 personas y a la investigación de otros 3 hombres. Los implicados tienen edades comprendidas entre 23 y 59 años, y son de nacionalidades colombiana, ecuatoriana, boliviana, española, albanesa y holandesa.