COGERSA, Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias, quiere implicar a los establecimientos hosteleros y a los consumidores asturianos en una nueva campaña de sensibilización social centrada en combatir el despilfarro de alimentos, que lleva por lema «Restaurantes responsables. Aquí no sobra nada».
El restaurante de la Escuela de Hostelería de Gijón (Centro Integrado de Formación Profesional de Hostelería y Turismo del Principado) ha sido el primero en sumarse a la iniciativa consistente en ofrecer a los usuarios la posibilidad de llevarse a casa en una fiambrera o tupper los sobrantes del menú, con el fin de poder aprovecharlos con posterioridad.
COGERSA tratará de extender las adhesiones voluntarias a estas buenas prácticas entre los empresarios de la hostelería de Asturias mediante colaboraciones con las asociaciones patronales del sector. Complementariamente, se animará a los consumidores a solicitar este servicio y a saber apreciarlo como un valor añadido cuando un establecimiento se lo ofrezca.
Sensibilización
El objetivo esencial de la iniciativa «Restaurantes responsables. Aquí no sobra nada» es sensibilizar sobre la problemática ambiental y social que representa a nivel mundial el desperdicio de toneladas de alimentos que podrían aprovecharse en condiciones de salubridad y calidad nutricional si se dieran mejores pautas de consumo y prevención de residuos en hogares, empresas de producción y distribución, restaurantes y comedores colectivos.
El Parlamento Europeo lanzó su mensaje de alerta a los 27 países miembros cuando aprobó en enero de 2012 un informe en el que se denuncia que cada año se tiran a la basura en la Unión Europea 89 millones de toneladas de residuos de origen alimentario, lo que equivale a 179 kilos por habitante al año.
La Eurocámara remitió el informe a la Comisión y a los estados miembros para exigir medidas urgentes con el fin de reducir el desperdicio de comida a la mitad para 2025. El documento hace hincapié en las vertientes ambiental y social de este problema. En ese sentido, señala que “cada año en Europa se tira a la basura la mitad de los alimentos que se compran, mientras que en la UE viven 79 millones de personas por debajo del umbral de la pobreza y 16 millones dependen de la caridad”. También destaca que “los residuos alimentarios alcanzarán en 2020 los 126 millones de toneladas (un aumento del 40%) a no ser que se tomen medidas preventivas”.