Las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) están presentes en diversos dispositivos ya sean refrigeradores, aparatos de aire acondicionado o placas de espuma para el aislamiento. Además de causar daño a la capa de ozono, estas sustancias son potentes gases de efecto invernadero con un alto potencial de calentamiento global (PCG).
La producción y el consumo de las SAO han sido controlados en forma efectiva por el Protocolo de Montreal desde los 80. Sin embargo, en la actualidad no existe un acuerdo en la comunidad internacional que regule la gestión y destrucción de dichas sustancias, acumuladas en reservas conocidas como bancos de SAO.
A lo largo de las etapas de gestión y destrucción de las SAO, desde la recolección, el almacenamiento, el transporte, hasta la construcción y operación de instalaciones para su destrucción, se incurre en diversos costos que representan una barrera para su tratamiento ambientalmente seguro. Uno de los factores de éxito para la gestión adecuada de las SAO, es la creación de incentivos y mecanismos para el retorno de dichas sustancias o de equipos que las contengan, así como una legislación que regule el tratamiento de residuos con SAO. La recuperación de las SAO contenidas en los equipos de refrigeración debería hacerse más atractiva, por ejemplo, a través del establecimiento de incentivos económicos para motivar a los usuarios finales a devolver los equipos en desuso.
Existen mecanismos como los esquemas de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) en los cuales los productores asumen la responsabilidad de sus productos al final de su vida útil. El esquema REP contribuye a incrementar las tasas de recolección y reciclaje de los productos, y a disminuir a la vez los costos de tratamiento al final del ciclo de vida de los mismos. Bajo este esquema, la responsabilidad financiera se traslada de los municipios a los productores.
La REP va de la mano con el principio de “quien contamina paga”, donde los costos de la contaminación son asumidos por quienes la causan. Este mecanismo representa además un incentivo para la fabricación de productos respetuosos con el medioambiente. Tal es el caso de la tecnología con base en refrigerantes naturales y amigable con el medioambiente, que reduce los costos de gestión postconsumo.
El esquema REP contribuye a incrementar las tasas de recolección y reciclaje de los residuos y disminuir los costes de su gestión
Los esquemas REP se introdujeron en la década de los 90 en los países europeos y ahora se han convertido en una política de gestión de residuos eficiente en todo el mundo. Desde el 2014, Colombia ya cuenta con RED VERDE, el primer programa de postconsumo para refrigeradores en el país.
RED VERDE está concebido para funcionar bajo el esquema REP; y forma parte del programa de postconsumo impulsado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) y por la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI). Bajo este mismo principio, también se han establecido en Colombia otros programas para la recolección y el manejo ambientalmente seguro de pilas, computadores y periféricos, llantas, luminarias, plaguicidas de uso agrícola y plaguicidas de uso doméstico.
RED VERDE opera desde finales de 2014 en Bogotá, con el apoyo financiero voluntario de cuatro fabricantes nacionales y cuatro importadores. Gracias al programa se han dispuesto diferentes puntos de acopio en la ciudad, donde los usuarios pueden entregar sus refrigeradores. Además, ofrece el servicio de recolección a domicilio para posteriormente transportar los equipos hasta las instalaciones de las empresas autorizadas para una correcta gestión ambiental.
Según Andrés Santana, director ejecutivo de RED VERDE, “hasta la fecha se han gestionado 900 neveras de usuarios domésticos, empresas e instituciones, que han visto en el programa una alternativa para la disposición final de sus electrodomésticos de forma ambientalmente segura”.
En el corto y mediano plazo se prevé ampliar la cobertura a otras ciudades de Colombia, entre ellas, Medellín, Pereira, Barranquilla y Cali, además de lograr la vinculación de otras empresas gestoras ambientales, que se encarguen del manejo adecuado en estas zonas del país. Asimismo, para el siguiente año de operación “se espera poder incluir dentro del programa otras corrientes de electrodomésticos (posiblemente lavadoras, estufas, aires acondicionados) y equipos de refrigeración comercial” indicó Santana.
El director ejecutivo señaló que “RED VERDE ofrece a los ciudadanos una alternativa ambientalmente segura para disponer las neveras y demás residuos de electrodomésticos que requieren de un manejo diferenciado; y que, sin duda, genera beneficios para la salud de los colombianos y el medio ambiente”.
Colombia es uno de los países pioneros en Latinoamérica en cuanto a la protección de la capa de ozono y al manejo de las SAO. El país ha iniciado diversas acciones en virtud del Protocolo de Montreal y viene adelantando diferentes actividades orientadas a evaluar alternativas para la gestión y destrucción de las SAO que se encuentran en los equipos de refrigeración y aire acondicionado, dentro de las cuales se encuentra el apoyo a RED VERDE.
Así mismo están en marcha diversas iniciativas ambientales incluyendo la Ley 1672 de 2013 para la Gestión Integral de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), la norma de etiquetado de eficiencia energética RETIQ; y el plan de acción de mitigación del sector energético de la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC), la que incluye dentro del Plan de Acción para el sector eléctrico, acciones relacionadas con la sustitución de equipos de refrigeración y aire acondicionado ineficientes energéticamente e insostenibles ambientalmente.
Colombia es uno de los países pioneros en Latinoamérica en cuanto a la protección de la capa de ozono y al manejo de las SAO
La Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) se encuentra implementando un proyecto global de gestión y destrucción de bancos de SAO por encargo del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Construcción y Seguridad Nuclear de Alemania (BMUB), en el marco de la Iniciativa Internacional del Clima (IKI). Colombia fue seleccionada como uno de los cuatro países cooperantes a nivel mundial (junto a Ghana, República Dominicana y Túnez) para este proyecto, que tiene como objetivo compartir buenas prácticas y contribuir al establecimiento de condiciones políticas nacionales marco para la gestión de bancos o existencias de SAO.
En junio de 2015, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia y el Programa Proklima de la GIZ convocaron a los principales grupos de interés de los sectores de refrigeración, aire acondicionado y de gestión de residuos eléctricos y electrónicos a participar en el taller de lanzamiento del proyecto en Colombia. El taller permitió informar sobre el proyecto e intercambiar ideas sobre la gestión y destrucción de las SAO. De igual forma, se pudo recoger propuestas para definir un plan de trabajo preliminar, complementando los avances logrados hasta el momento en el país.
Entre las principales líneas de trabajo en Colombia se tiene previsto potenciar la metodología utilizada para inventariar las SAO en diversos sectores, brindar capacitación y asesoría técnica sobre el manejo adecuado de los equipos que contengan SAO y fortalecer el sistema de recolección y gestión final de neveras a cargo de la Corporación RED VERDE.