El objetivo de esta experiencia piloto es mejorar la recogida selectiva de biorresiduos de origen doméstico, que actualmente apenas alcanza un 16%.
La semana pasada se presentó la prueba piloto para mejorar la separación de la materia orgánica en la Comarca de Pamplona. La experiencia comenzará en junio y se llevará a cabo en dos áreas situadas en Nuevo Artica y en el barrio de Azpilagaña. Tal como explicó el presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP), Aritz Ayesa, las dos zonas han sido seleccionadas con criterios urbanísticos y demográficos y son de un tamaño representativo para una experiencia piloto (entre 7.000 y 10.000 habitantes por zona).
El objetivo principal de la prueba es aumentar la recogida separada de la materia orgánica, derivando al contenedor marrón los residuos que actualmente se depositan de forma errónea, principalmente en el contenedor de resto. Para ello, en las dos zonas elegidas el contenedor para recoger la fracción ‘resto’ –que será del mismo modelo destinado para la recogida de materia orgánica–, pasará a tener tapa e identificación de color gris. Y tanto los contenedores de materia orgánica como los de resto se abrirán mediante tarjeta electrónica, quedando registradas en cada apertura las coordenadas espacio-temporales.
Con el objetivo de poder comparar una variante en los resultados de ambas zonas, en el caso de Azpilagaña los contenedores para la recogida de residuos orgánicos podrán ser abiertos todos los días, mientras que la apertura de los contenedores para la fracción ‘resto’ estará restringida a dos o tres días a la semana. En Nuevo Artica, la apertura de ambos tipos de contenedor podrá realizarse todos los días.
Para medir los resultados, en los próximos días se comenzará a realizar el pesado individual de cuatro tipo de contenedores (materia orgánica, resto, envases y papel-cartón) para conocer la situación de partida de forma detallada. Además, en mayo, septiembre y noviembre se realizarán análisis de composición para valorar la evolución de la presencia de impropios en cada una de las fracciones.
Solo un 16% de recogida separada
El presidente de la Mancomunidad, Aritz Ayesa, recordó que desde 2013 hasta 2017 se han realizado acciones y campañas informativas y de sensibilización para promover la separación de la materia orgánica; como resultado, 71.000 viviendas se han inscrito en esta recogida, lo que supone un 46% de las viviendas de la Comarca de Pamplona. Sin embargo, la recogida separada de materia orgánica mediante el 5º contenedor solo ha alcanzado el 16% del total producido. Esto supone que de toda la materia orgánica generada (51.000 toneladas), 44.000 toneladas se están depositando en otros contenedores distintos al marrón, prácticamente todo en el contenedor de resto.
El Plan de Residuos de Navarra determina que en 2020 debe ser recogida de forma separada el 50% de la materia orgánica
Por otra parte, Ayesa indicó que “el Plan de Residuos de Navarra (PRN) determina que en 2020 debe ser recogida de forma separada el 50% de la materia orgánica y en 2027 el 70%. Por lo tanto, en estos momentos no estamos en situación de alcanzar estos objetivos”.
Tal como advirtió el presidente de la Mancomunidad, la situación descrita es preocupante y requiere la actuación comprometida de las administraciones y de la ciudadanía. “La administración debe tomar decisiones que desbloqueen esta situación”, subrayó. Además, se debe continuar con la información y sensibilización para transmitir a la ciudadanía la necesidad de un cambio de comportamiento, ya que su implicación es imprescindible para alcanzar los objetivos establecidos por el PRN. “Se deben mejorar la recuperación de todas las fracciones, pero ahora es urgente la mejora en la separación de materia orgánica”, señaló Ayesa.
No habrá sanciones
En referencia a experiencias similares en otras ciudades, cabe señalar que no son muy numerosas ya que están en implantación y no hay ningún caso extrapolable con una población similar a la de la Comarca de Pamplona. No obstante, el presidente hizo mención de tres experiencias que han servido de referencia para definir la prueba piloto que comenzará en junio: Brescia e Imola (Italia) y la Mancomunidad de Sasieta, en Beasain (Gipuzkoa).
La prueba piloto de la MCP se deriva del Plan de Gestión Anual de la entidad iniciado en 2017. El presidente de la MCP aclaró que no se contemplan medidas sancionadoras vinculadas a esta experiencia; además, la tarjeta no supone una medida de control, sino una herramienta de análisis para valorar los resultados de la recogida.
La experiencia piloto se realiza sobre el sistema de recogida actualmente implantado, por lo que no hay costes de reversión de lo realizado hasta la fecha: se cambian las características de la apertura de los contenedores, pero no la infraestructura, la ubicación o la cantidad de contenedores.