Estos nuevos compostadores cuentan con una tecnología que permite recabar datos sobre frecuencia de uso, nivel de llenado, humedad, etc., para mejorar la eficiencia de la gestión de residuos urbanos.
La empresa navarra Vermican instalará próximamente sus compostadores inteligentes dentro del Proyecto Smart City del Ayuntamiento de Santiago de Compostela. En concreto, se instalarán ocho compostadores en tres zonas de compostaje comunitario que darán servicio a 80 familias de la ciudad.
Los compostadores cuentan con un sistema de identificación del usuario a través de una tarjeta que permite a la Administración recabar datos como la frecuencia de uso del compostador o la cantidad de materia orgánica depositada. Esto permitirá ejecutar con mayor eficiencia el mantenimiento del compostador así como diseñar programas de incentivos para mejorar la implicación ciudadana en el reciclaje de la materia orgánica.
Empresas innovadoras
El Proyecto Smart City de Santiago de Compostela está liderado por el Concello de Santiago, y en él participan empresas innovadoras como la propia Vermican; TNL, que aporta la infraestructura del control de acceso y comunicaciones inalámbricas, y Teimas Desenvolvemento, que desarrolla el esquema de gamificación, o de recompensa de comportamientos mediomabientalmente sostenibles.
El objetivo es generar una nueva solución de control de acceso a las infraestructuras de residuos (puntos limpios, compostadoras) que permita establecer esquemas de recompensa entre los usuarios del sistema.
Con este nuevo modelo de compostador inteligente, se podrá conocer el uso real del compostador, calcular la materia orgánica que se gestiona en cada uno de ellos y realizar un mantenimiento preventivo de los compostadores gracias a la tecnología y al sistema de comunicaciones que la soporta (medición del nivel de llenado, temperatura, etc.).
Sensibilización, creatividad y diseño
En este proyecto se han diseñado zonas de compostaje accesibles para personas con movilidad reducida con pavimentos homogéneos y compostadores más bajos. Se trata de características que aportan valor a las instalaciones sin alterar su finalidad inicial a la vez que integran en el proyecto de compostaje comunitario a personas que, habitualmente, quedan excluidas.
La tapa de los compostadores dispone de un sistema hidráulico que permite que se mantenga abierta sin necesidad de que el usuario la sostenga. Así, dispone de las dos manos para poder volcar el contenido de los recipientes de materia orgánica en el compostador o realizar las tareas de mantenimiento (airear, regar o incorporar estructurante).