El Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Electroquímica (CIDETEQ), de México, ha logrado obtener biogás a partir de residuos orgánicos, lo que le ha permitido sustituir parte del gas natural en la empresa avícola Pilgrim’s en Los Cues, Querétaro, y en Xaquixe, una compañía que se dedica a la elaboración de arte en vidrio en el estado de Oaxaca.
Según informa la agencia de noticias ID, en 2008 el CIDETEQ inició un proyecto de investigación con el apoyo del Programa de Estímulos a la Innovación de Conacyt, con el fin de aprovechar los residuos, grasas, procesados y aguas con altas cargas generados por la empresa Pilgrim’s para generar biogás. En esta investigación han colaborado también especialistas de la Universidad de Brandemburgo, Alemania.
Para este trabajo, el centro de investigación evaluó el potencial de aguas con altas cargas. Aprovecharon las grasas y lo que queda del procesado de pollo para generar biogás a nivel piloto. En el proyecto se contempló purificar el biogás, comprimirlo y conducirlo para su aplicación en las calderas que generan vapor. Encontraron que es posible sustituir todo el gas natural que se consume en la empresa por biogás procedente de residuos.
“Con el proyecto en Querétaro, la empresa Xaquixe, de Oaxaca, se dio cuenta que era viable. Nos visitaron y la relación entre academia y empresa es desde hace tres años”, dice el ingeniero Arnulfo Terán López, coordinador del grupo de energías alternas de CIDETEQ.
La primera etapa consistió en una investigación para determinar si el proyecto era viable; la segunda fase fue la construcción de la planta piloto, y ahora van a escalar la tecnología a nivel industrial en el negocio de vidrio reciclado, que puede extenderse al procesado de cerámica artesanal.
Para la generación de biogás, la empresa Xaquixe empleó residuos sólidos urbanos, estiércol de vaca y purín de cerdo, porque de acuerdo con el especialista, cuando además de estiércol se combinan sustancias hay mejor rendimiento en la producción de biogás.
“Puede montarse un proceso a escala industrial y ser autosustentable económicamente hablando y convertirse en negocio. Por lo que este tipo de mezclas permite hacer más eficiente la producción de biogás ya que contienen nutrientes adecuados”, indica Terán López.
Acondicionamiento del biogás
El investigador añade que una vez determinado el sustrato y realizadas las pruebas se determina el potencial que hay para producir biogás. El siguiente paso es producirlo en el reactor a fin de caracterizar el gas obtenido, porque en el biogás hay una mezcla de gas metano, dióxido de carbono, nitrógeno, vapor de agua y trazas de otros compuestos como sulfuro de hidrogeno, el cual causa un daño a los equipos cuando se usa como combustible.
“El biogás como tal no lo puedes aplicar de manera directa. Hay que acondicionarlo, almacenarlo y conducirlo para su uso; ahí entran otras técnicas independientes al uso de biorreactor, como es el caso del sistema de bombeo y lavado, pero dependerá de la aplicación que se le vaya a dar al compuesto”, señala el especialista de CIDETEQ.
En particular, para el proceso de fundición de vidrio que se aplica en Xaquixe, además de generar biogás, el CIDETQ desarrolló concentradores solares para darle energía térmica al biorreactor. una parte de la energía térmica que se capta con los concentradores se usa para el bombeo de alimentación del sistema, con lo cual hay un ahorro en el consumo energético y una mayor eficiencia global de salida.
En Oaxaca, CIDETEQ está probando los concentradores, para llevar las pruebas de laboratorio de nuevos sustratos a escala semindustrial.
También en dicho estado mexicano buscan trasladar la tecnología a la industria del mezcal, en donde se emplean grandes cantidades de energía, y en alguna parte de su proceso pueden emplear biogás y energía térmica solar; por ejemplo, para destilar el mezcal sin usar leña.