José Manuel Núñez-Lagos, director general de Ecovidrio, defiende firmemente el modelo de recogida en contenedor monomaterial, cree que en España no es necesario un SDDR para los envases de vidrio y aboga por que la separación en origen de los residuos sea obligatoria.
En pleno proceso de tramitación de la futura Ley de Residuos, la cadena de reciclado de vidrio presentó recientemente a la ministra de Transición Ecológica su Plan Estratégico hasta 2025, que contempla una tasa de reciclaje del 82%, muy por encima de los objetivos marcados por la UE. El vidrio es, tras el papel y cartón, el material que mejor reciclamos, pero aún tiene margen de mejora. El director general de Ecovidrio, José Manuel Núñez-Lagos, nos habla en esta entrevista de la evolución, situación actual y perspectivas del reciclaje de vidrio en España.
Según los datos oficiales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la tasa de reciclado de vidrio en España está por encima del 70%. Parece que, al menos el vidrio, lo reciclamos bien. ¿Cuáles son las claves de estos buenos datos?
No se trata de ser triunfalista, porque nosotros siempre decimos que podemos y debemos optar a las tasas de algunos vecinos europeos que están por encima del 90%, pero lo cierto es que son datos excelentes. Aun así, hay recorrido para mejorar. Los últimos datos del Ministerio son de 2017 y ya en ese momento las tasas superaban el 72%. Somos muy optimistas respecto a los próximos datos oficiales que se publiquen que reflejarán crecimientos muy significativos.
Pensamos que la clave ha sido focalizarse en la recogida contenedor monomaterial, pues es la más eficaz y la que garantiza el reciclado de mayor calidad; pero también por gestionar el sistema de forma singular, de manera versátil -con planes muy distintos adaptados a cada municipio-, y con verdadera vocación de servicio a los ayuntamientos y a los ciudadanos. El modelo del reciclado de vidrio es único en España y en Europa. Por ejemplo, Ecovidrio gestiona directamente las operaciones de recogida selectiva en el 60% de los municipios y ciudades españolas. El equipo de Ecovidrio trabaja codo con codo con los técnicos de los ayuntamientos y esto se nota porque encontramos soluciones muy adaptadas a la realidad de cada municipio: estudios de contenerización propios, recogidas adaptadas, campañas específicas de movilización… Somos fieles a la realidad cuando decimos que hay verdadero entendimiento y diálogo con todos los niveles de la administración. Otro gran acierto, en mi opinión, es que nos hemos especializado inmensamente en el sector HORECA, que genera el 52% de los envases reciclables en España. Pocas entidades invierten tanto como nosotros en infraestructuras (para facilitarles la separación), campañas de información, visitas de soporte diarias, formación y recogidas puerta a puerta (tenemos hasta 50 servicios puerta a puerta para la hostelería en toda España). Invertimos casi 10 millones de euros al año destinados a este sector. Un sector que, precisamente en estos momentos, merece todo nuestro apoyo.
Y más allá del sistema que nosotros hemos implementado, la ciudadanía tiene muy interiorizado el contenedor verde porque hemos insistido mucho a lo largo de los años con campañas de concienciación.
Recientemente han presentado su Plan Estratégico de Reciclado de Envases de Vidrio 2020-2025, que contempla una tasa de reciclaje del 82% (según el nuevo método de cálculo) y recoger el 90% de los envases, bastante más de lo previsto en la normativa de la UE. ¿Cómo prevén llevarlo a cabo?
Vamos a llevarlo a cabo con el compromiso y colaboración de toda la cadena de reciclado que nos ha apoyado y lo ha hecho suyo, tal y como presentamos a la vicepresidenta cuarta y al secretario de Estado hace algunos días. Un auténtico privilegio. Los compromisos del Plan los han suscrito los envasadores, las principales compañías de recogida, todas las plantas de tratamiento españolas, vidrieras, cadenas de distribución, hostelería, y representantes de los consumidores.
Ecovidrio invertirá casi 500 millones de euros en 6 años y todo ello no solo para superar holgadamente los objetos que establece la directiva europea sino para consolidarnos como referente en la gestión de residuos.
El plan es extenso pero, si tuviéramos que resumir: la aplicación de nuevas tecnologías y análisis con big data, la implementación de concursos de recogida vanguardistas en planificación de recursos, sostenibilidad y eficiencia; las operaciones intensivas con el sector HORECA, la apuesta por la contenerización, la movilización ciudadana o el incremento de las zonas gestionadas directamente por Ecovidrio, son algunos de los ejes sobre los que se vertebrará la hoja de ruta.
Según los datos que ustedes manejan, en los municipios en los que Ecovidrio realiza directamente la recogida de los envases de vidrio las tasas de reciclaje son, de media, un 14% más altas. ¿Cómo se explica esta diferencia?
La experiencia nos demuestra que, como media, somos más eficaces y también más eficientes. Nosotros llevamos más de dos décadas dedicándonos a estudiar muy en detalle cómo elevar la tasa de reciclado de envases de vidrio. Es nuestro único objetivo y razón de ser. Acumulamos mucha experiencia y especialización, bebemos de muchas fuentes de conocimiento internacionales y del mercado… Eso no quiere decir que no haya municipios que lo hagan estupendamente y a niveles altísimos sin habernos cedido la recogida, por supuesto. Estamos hablando de una media.
Valencia, Alicante, Pamplona, San Sebastián, Málaga, Vitoria, Bilbao… son solo algunos ejemplos de grandes ciudades que han depositado en nosotros su confianza. Sus datos y crecimientos acumulados nos avalan. Cuando tenemos la recogida, ganamos agilidad en la implantación de planes ad hoc y en la toma de decisiones más rápidas, si es necesario corregir algo.
Por cierto, eso no quiere decir que no dediquemos muchos esfuerzos a mejorar los resultados donde financiamos la recogida pero no la llevamos a cabo. En todos los casos somos muy operativos y estar sobre el terreno es nuestra filosofía incluso en aquellos lugares en los que no recogemos nosotros. Proponemos e implementamos planes siempre y la colaboración con los equipos municipales y la administración autonómica es muy estrecha. Un caso muy claro es el de Madrid, donde no recogemos nosotros, pero hemos conseguido, de mano de los dos últimos consistorios, que la capital crezca en la recogida selectiva de envases de vidrio nada menos que un 46% en cuatro años gracias a un plan integral que contempla una atención especial a HORECA, campañas de movilización e información ciudadana, intensificación de la contenerización, puesta en marcha del puerta a puerta más grande de España en zonas especiales para la hostelería, entre otros.
¿Cree que la creación de un modelo de cálculo de las tasas de reciclaje que sea homogéneo para toda Europa tendrá un efecto importante en las cifras de reciclado de vidrio en España?
La homogeneización del cálculo es un asunto que llevamos reclamando años desde Ecovidrio. Es imposible una comparación rigurosa con otros países si no se hace así.
El cambio de método tendrá un impacto en las cifras de tasa. Ya sabemos que no se tendrá en cuenta el residuo que se recoge sino el material que sale de las plantas de tratamiento. Nosotros estamos alineados con esta filosofía y va a ser un acicate más para mejorar la calidad de la recogida y la eficiencia de las plantas. Todo esto teniendo en cuenta que en nuestro caso registramos muy pocos impropios -altísima calidad- y pocas mermas.
Durante el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 se percibieron algunos cambios en la generación y separación de residuos municipales, derivados principalmente del cierre de locales de hostelería y comercios y la reclusión domiciliaria. ¿Qué efecto tuvo en el caso de los envases de vidrio?
Hemos registrado un incremento notable del consumo de productos envasados en vidrio en los hogares, pero en ningún caso compensa todo lo que se ha dejado de consumir a consecuencia del cierre de los HORECA y de las posteriores restricciones.
Aun en momentos de absoluta incertidumbre y preocupación como los que hemos vivido, los estudios y los datos nos demuestran que los españoles han seguido reciclando en el contenedor verde –un 75% afirma haberlo hecho al menos una vez a la semana en el confinamiento– o incluso incrementarse el reciclado en algunas regiones de España. Tenemos que estar orgullosos y muy agradecidos porque la conciencia ambiental de los ciudadanos se haya mantenido, incluso aumentado. Este año, entre todos, vamos a conseguir que la tasa vuelva a crecer.
La hostelería, que genera más de la mitad de los residuos de vidrio, ha usado tradicionalmente envases retornables, sin embargo, el vidrio no retornable tiene cada vez más presencia en el sector. ¿A qué cree que se debe?
Lo cierto es que la reutilización de envases de vidrio sigue siendo claramente predominante en la hostelería y los diferentes sectores han puesto de manifiesto compromisos muy firmes con objetivos muy notables para que siga siendo así. No obstante considero que deben seguir haciéndose esfuerzos para fomentar la reutilización a través de incentivos al envasador cuando sea esta la opción más sostenible, así como facilitar las infraestructuras adecuadas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, para poder llevar a cabo estos planes.
Las industrias envasadoras de agua y de bebidas refrescantes han defendido recientemente la implantación de un sistema de depósito y retorno de envases (SDDR) que “en principio incluya a todas las categorías de envases” (plástico, metal, vidrio…). ¿Ve factible su aplicación en España?
Ecovidrio considera que un SDDR para los envases de vidrio en España no es necesario en este momento porque presenta excelentes resultados de recogida selectiva y tasas de reciclaje, porque el ciudadano ha consolidado el hábito de reciclar a través del contenedor verde y tiene muy bien interiorizado este modelo y porque el contenedor monomaterial apenas presenta impropios y nos permite un reciclado de altísima calidad al 100% e infinitas veces. Más allá de eso, el sistema tiene recorrido como demuestra que toda la cadena de reciclado se haya comprometido a superar muy holgadamente los objetivos que establece la propia directiva europea. Por cierto, si echamos un vistazo a la situación de otros países europeos comprobaremos que el modelo de recogida con contenedor monomaterial posibilita alcanzar tasas de reciclado de envases de vidrio superiores al 90% y, de hecho, los países con mejores tasas lo han conseguido a través del modelo de recogida contenedor.
La sensibilización y la educación en materia de reciclaje es uno de sus principales campos de actuación. A pesar de ello, ¿cuál es el porcentaje de impropios (residuos que deben depositarse en otros contenedores) presente en los iglús de vidrio?
Nuestras caracterizaciones indican que la tasa de impropios media está en el 2%. Es decir, se trata de una cantidad mínima, aunque tenemos planes específicos para ir reduciendo los impropios o para tomar medidas si detectamos un aumento en alguna zona. Los ciudadanos tienen perfectamente asumido el funcionamiento del sistema y muy interiorizada la dinámica del contenedor verde. Insistimos siempre en garantizarles que todo lo que depositan se recicla al 100% y se convierte en nuevos envases. Es vital para nosotros que confíen en la eficacia y transparencia del sistema, que para eso les estamos pidiendo un esfuerzo en la separación.
En cualquier caso, hay gente que abiertamente se niega a reciclar. ¿Han estimado ese porcentaje de población que nunca separará sus residuos? ¿Cree que se puede “reconducir” la posición de estos convencidos del “no al reciclaje”?
Para ser sincero es muy difícil determinar exactamente el porcentaje de personas que no reciclan nunca porque las investigaciones que hacemos son declarativas y a las personas no les gusta reconocer que no reciclan. Sabemos que tenemos que seguir intentando convencer a algunos. Por eso seguimos haciendo campañas de concienciación. De hecho, la mejor prueba de lo que digo es que este país ha dado un salto en la tasa de reciclado en España en los últimos años – 13 puntos entre 2008 y 2017, último dato del Ministerio – que se considera un caso de éxito en la Unión Europea.
En todo caso, la experiencia europea nos muestra que siempre habrá un porcentaje irreductible y algunos otros que no siempre lo hagan correctamente, y por eso es importante que haya ordenanzas municipales que establece la obligación de depositar correctamente los residuos en el contenedor correspondiente.
Actualmente el Ministerio está tramitando la futura Ley de Residuos. ¿Qué espera de la nueva normativa estatal?
Sobre todo esperamos, como de hecho se está produciendo, diálogo con todos los agentes que llevamos años demostrando gran compromiso con alcanzar el objetivo común de transición a una economía circular y a un desarrollo social sostenible. Y también que se tenga en cuenta lo específico de cada sistema de gestión y de cada material en la ley.
Compartimos la ambición de los nuevos objetivos de reciclado que se establecen, la homogeneización del método de cálculo y la importancia de promover la trazabilidad, transparencia y fiabilidad de los datos. Esperamos, que en línea con la Directiva Europea, la responsabilidad de los SCRAP se limite a los costes totales de la recogida selectiva de los envases de vidrio. Por último, esperamos que haya una mayor definición de la responsabilidad de todas las partes, pues la gestión de los residuos es responsabilidad de toda la cadena de reciclado: Ecovidrio, envasadores, recogedores, plantas de reciclado, vidrieras, municipios y, por supuesto, hosteleros y ciudadanos que son los que tienen la última palabra. En lo relativo a los ciudadanos y grandes generadores, esto implica hacer efectiva la obligatoriedad de la separación en origen a través de las ordenanzas municipales y que se garantice el correcto cumplimiento.