La Diputación Foral firma un convenio para que el compost obtenido a partir de la recogida selectiva de residuos orgánicos en este territorio se use en una red de huertas ecológicas.
Cuatro grupos de empresas optan al contrato de gestión de la nueva planta de compostaje de Epele, en Gipuzkoa. En concreto, las candidatas son Serkom y Urbaser, Cespa, FCC y Serbitzu Elkartea, y la UTE Biomasa del Guadalquivir-Purines Almazán.
La Planta de Epele tratará 10.000 toneladas anuales de residuos orgánicos, aproximadamente un tercio del biorresiduo generado en Gipuzkoa, a partir de los cuales se producirán entre 4.000 y 5.000 toneladas de compost. Además, generará nueve puestos de trabajo.
El plazo para la ejecución del contrato será de cuatro años, ampliable a un máximo de dos años más de duración. El presupuesto base de licitación del contrato está fijado en la cantidad de 4,9 millones de euros. El coste por tonelada tratada no podrá ser superior a 23 euros.
La planta de Epele fabricará un compost de la máxima calidad (calidad tipo A), que servirá como fertilizante para agricultura, abono de jardines públicos, paisajismo, restauración de suelos degradados, recuperación de superficies denostadas, preparación del terreno para implantaciones de césped, etc.
De esta forma, la planta permitirá reducir notablemente la cantidad de materia orgánica que a día de hoy exporta Gipuzkoa y que tienen como destino las plantas de Funes y Caparroso (Navarra) e Itsasu (Iparralde).
Huertas ecológicas
Por otro lado, el diputado de Medio Ambiente y presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), José Ignacio Asensio, y el director de Kutxa Ekogunea, Mikel Insausti, firmaron la semana pasada un acuerdo de colaboración con el fin de proveer a la Red “Baratze Parkea Sarea” del compost obtenido gracias a la recogida selectiva de la materia orgánica por parte de la población de Gipuzkoa.
Este acuerdo posibilitará que los usuarios de las actuales 1.045 parcelas de huerta ecológica de dicha red dispongan del compost necesario para mimar el suelo y alimentar sus hortalizas, a la vez que sirve como referente ante el reto de cerrar el ciclo de los residuos orgánicos.