Alexandra Farbiarz Mas.
Comunicóloga, especializada en Biotecnología y Medio Ambiente.
TERRAQUI. Derecho Ambiental.
El Centro Internacional de Derecho del Medio Ambiente, ECOS, el Oko-Institut e.V. y 80 firmantes más de los 5 continentes apelan al principio de precaución en una declaración sobre residuos que contienen nanomateriales. Los flujos de este tipo de residuos son difíciles de caracterizar y cuantificar y van en progresivo aumento en los mercados así como en las distintas líneas de gestión de residuos.
La Dirección General de Salud de la UE define los nanomateriales del siguiente modo:
“La nanotecnología consiste en el diseño y la producción de objetos o estructuras muy pequeños, inferiores a 100 nanómetros (100 millonésimas de milímetro). Los nanomateriales son uno de los productos principales de las nanotecnologías, como partículas, tubos o fibras a nanoescala. Las nanopartículas generalmente se definen por ser menores de 100 nanómetros en al menos una dimensión.
A medida que la nanotecnología avanza, se van encontrando aplicaciones para los nanomateriales en el cuidado de la salud, la electrónica, los cosméticos, los textiles, la informática y la protección medioambiental.
Las propiedades de los nanomateriales no están siempre bien identificadas y requieren una valoración de los riesgos de posibles exposiciones que surjan durante su fabricación y uso.”
Los nanomateriales resultan actualmente difíciles tanto de caracterizar como de cuantificar, por lo que la medición de su toxicidad es muy complicada de establecer.
El desarrollo de la nanotecnología es muy reciente, por lo que los efectos sobre la salud y el medio ambiente aún se desconocen. Lo que sí se sabe de los nanomateriales es que, según su exposición e interacción con biomateriales, se producen cambios importantes sobre las estructuras moleculares hasta el punto de convertir materiales inertes en catalizadores, materiales estables en combustibles, materiales sólidos en líquidos e incluso materiales aislantes se convierten en conductores. Los nanomateriales pueden subdividirse en nanopartículas, nanocapas y nanocompuestos. A nivel de mercado, existen tres grandes categorías en desarrollo: los óxidos metálicos, las nanoarcillas y los nanotubos de carbono. Los nanomateriales empiezan a utilizarse en campos tan diversos como el sanitario, la electrónica o la cosmética.
¿Cómo afecta y afectará la gestión de los flujos residuales de este tipo de materiales? Éste es un interrogante que hoy por hoy no tiene una respuesta clara. Los nanomateriales resultan actualmente difíciles tanto de caracterizar como de cuantificar, por lo que la medición de su toxicidad es muy complicada de establecer.
Es por ello que el Centre for International Environmental Law, el Centro Internacional por el Derecho Ambiental , una organización nacida en 1989 para proteger el medio ambiente, con sede en Ginebra y en Washington, junto con ECOS, la única organización ambiental mundial de ONG en la normalización y la política de producto técnico que defiende los intereses ambientales en los sistemas europeos e internacionales de normalización, el Instituto para la Ecología Aplicada Oeko Institute e.V., junto con 80 organizaciones de los 5 continentes entre los que se encuentran asociaciones y centros de investigación toxicológicos y de evaluación de tecnologías, redes de investigación en nanotecnología, ONG ambientalistas, sindicatos, asociaciones anticancerígenas, y destacados profesionales del sector médico, de la abogacía, químicos y de las ciencias sociales han presentado conjuntamente la “Declaración sobre residuos que contienen nanomateriales”.
Los puntos más relevantes que consideran que gobiernos, centros de investigación, instituciones financieras de investigación e innovación y empresas deben tener en cuenta y desarrollar son los siguientes:
- Implementar la responsabilidad completa del productor de garantizar un manejo seguro de los residuos que contienen nanomateriales.
- Restringir los movimientos transfronterizos de los desechos que contengan ciertos nanomateriales.
- Habilitar una cuantificación y caracterización transparente de los flujos de residuos que contienen nanomateriales a través de un registro público de nanoproductos en toda la UE.
- Estimular la innovación sobre prevención de residuos.
- Fomentar el desarrollo de tecnologías de reciclaje y eliminación seguras y eficaces para los productos que contienen nanomateriales.
- Desarrollar y establecer criterios verificables de condición de fin-de-residuos para materiales que contienen nanomateriales.
- La innovación debe explorar cómo las propiedades avanzadas de los nanomateriales se pueden emplear en apoyo de la economía sin introducir nuevos riesgos ambientales o agravar los ya existentes
Todas estas medidas requieren, en consecuencia, un marco legislativo adaptado a las nuevas necesidades que han creado los nanomateriales y sus flujos residuales correspondientes, como son:
- Exigir la caracterización y declaración de los residuos de nanomateriales a los productores.
- El establecimiento de requisitos y normas específicas respecto a la producción nano para proteger la salud ocupacional y la seguridad de los trabajadores.
- La aplicación de estrictos mecanismos de control sobre la exportación de los productos que contengan nanomateriales, similares a los que ya se aplican a la gestión de los residuos peligrosos.
- Creación y establecimiento de un registro que contenga información cuantitativa sobre la presencia de nanomateriales en los productos lo que proporcionará una base para el seguimiento de los flujos de residuos en los que éstos estén presentes.
- Clarificar la condición de fin de residuo para materiales reciclables con nanomateriales para evitar la contaminación cruzada de los materiales reciclados que los contengan y redunde en una recuperación segura y económicamente viable de los materiales secundarios.
Esta Declaración sale a la luz pública después que en febrero de este mismo año, la OCDE presentara un informe titulado “Nanomateriales en los flujos de residuos. Conocimientos actuales sobre riesgos e impactos”, que puede consultarse en el siguiente enlace:
En este informe se realiza una revisión del estado actual del conocimiento sobre cuatro procesos de gestión de residuos respecto al tratamiento de los nanomateriales: el reciclaje, la incineración, los vertederos y tratamiento de aguas residuales. Si bien el estado de la técnica de las instalaciones de tratamiento de residuos puede recopilar, desviar o eliminar los nanomateriales a partir de estos flujos de residuos, el informe concluye que las lagunas de conocimientos relacionados con su disposición final se mantienen, lo que subraya la necesidad de una mayor investigación en esta área.
Las conclusiones de la OCDE soportan de este modo las inquietudes y medidas de la Declaración presentada en este post, tal y como el propio CIEL subraya.
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