Según datos de consenso científico, se utilizan aproximadamente 12.000 productos químicos en los diversos materiales en contacto con alimentos, muchos de ellos peligrosos para la salud.
Organizaciones de todo el mundo, encabezadas por el Proyecto UNWRAPPED, han planteado serias preocupaciones sobre el uso de productos químicos en los envases de alimentos y han publicado una Declaración que llama a la acción a los responsables políticos y a la industria.
La iniciativa surge como consecuencia de la Declaración de Consenso Científico sobre el «Impacto de las sustancias químicas del envasado de alimentos en la salud humana», dirigida por el Foro de Envases de Alimentos, y publicada en la revista Environmental Health.
La Declaración de Consenso constata algunos hechos preocupantes:
- Se utilizan aproximadamente 12.000 productos químicos en los envases y materiales en contacto con alimentos.
- Los productos químicos pasan de los envases a los alimentos y bebidas.
- Muchas de esas sustancias químicas son peligrosas para la salud humana: los efectos de la exposición pueden provocar cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedades inflamatorias del intestino, artritis reumatoide, genotoxicidad, enfermedades crónicas (como la aterosclerosis, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares) y enfermedades autoinmunes.
- Varios de estos productos químicos nunca se someten a pruebas de sus efectos sobre la salud humana.
- No se informa de la presencia de la mayoría de estos productos químicos.
Muchos de esos productos químicos, incluidos los ftalatos, los bisfenoles y los PFA, se utilizan en envases de un solo uso de plástico, pero también de papel y cartón.
Sin embargo, la falta de divulgación por parte de los productores en relación con los productos químicos utilizados en los embalajes supone que no se pueden evaluar los riesgos asociados con el uso de esos embalajes.
Así, al hecho de que los consumidores desconozcan los químicos presentes en sus productos cotidianos, se le suma que los gestores de residuos tampoco conocen dichas sustancias presentes en los envases que procesan, y que posiblemente reciclan en otros productos.
Por ello, más de 160 organizaciones ha firmado una Declaración pidiendo a los responsables políticos y a la industria que protejan la salud pública y el medio ambiente asegurando que todos los productos químicos utilizados en los envases de alimentos sean completamente rastreados y revelados, eliminando los productos químicos nocivos en todos los envases de alimentos y adoptando políticas que apoyen la transición hacia un embalaje seguro, reutilizable y recargable.
Revisar el marco legal
Según denuncian las organizaciones firmantes de la declaración en un comunicado, en Europa, la actual legislación de la UE sobre materiales en contacto con alimentos (FCM, por sus siglas en inglés) tiene por objeto salvaguardar la salud y los intereses de los consumidores «pero como es ampliamente reconocido, no está cumpliendo su cometido». De hecho, el Parlamento Europeo pidió a la Comisión que revisara el marco legal actual.
En particular, no hay transparencia ni trazabilidad de las sustancias químicas en FCM, y las sustancias químicas que han sido identificadas como perjudiciales en virtud de otros reglamentos de la UE, como REACH, todavía pueden ser utilizadas en el FCM. «La evaluación actual es inadecuada y no tiene en cuenta el efecto de mezcla vinculado a diversas fuentes de exposición», añade la nota.
«Nuestro actual sistema de producción y distribución de alimentos y sus envases pone en peligro la salud de las personas, que ni siquiera tienen acceso a la información sobre las sustancias químicas presentes en los envases de los alimentos. La Unión Europea debe reformar su marco legislativo sobre los materiales que entran en contacto con los alimentos, ya que es anticuado, insuficiente e inadecuado, y permite que se utilicen sustancias químicas peligrosas conocidas en los envases de los alimentos. Es una necesidad urgente si la Unión Europea quiere tomarse en serio la transición hacia un envasado seguro y reutilizable, y el logro de un medio ambiente libre de sustancias tóxicas y una economía circular limpia», comenta Justine Maillot, responsable del área de producción y consumo de Zero Waste Europe.
La salud de los consumidores debería ser una prioridad para los productores de alimentos y los fabricantes de envases, y de la mano de cuidar la salud van siempre reducciones de compuestos y sustancias que también son tóxicas para el medio ambiente.
Todos los consumidores deberíamos dar prioridad a productos y envases con ECOETIQUETADO (https://sustant.es/ecoetiqueta/) ya que esto supone que los fabricantes han aplicado requisitos tanto de salubridad como de Análisis de Ciclo de Vida para reducir los impactos ambientales de sus productos.
Siguen creciendo en el mercado los productos con ECOLABEL – ECOETIQUETA EUROPEA (https://sustant.es/etiqueta-ecologica-europea-ecolabel/) y los productores que optan por pasar sus controles merecen nuestro reconocimiento fomentando la compra de sus productos. Nuestra salud y la del planeta está en juego