El tratamiento de las aguas residuales puede desempeñar un papel fundamental en el cambio de Europa hacia un futuro de contaminación cero si se hace más eficiente en cuanto a los recursos y se contribuye a la economía circular, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
La mayoría de las plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas de Europa se han centrado en limpiar el agua y devolverla al medio ambiente con un enfoque simple y lineal. Sin embargo, con el uso de nuevas técnicas e innovación, estas instalaciones pueden actuar como centros de recursos que proporcionen agua regenerada, energía, nutrientes y materiales orgánicos para su reutilización, reciclaje y recuperación, según el nuevo informe de la AEMA «Más allá de la calidad del agua – Tratamiento de aguas residuales en una economía circular».
De esta forma se garantizaría que estas instalaciones esenciales cumplan de forma decisiva con las ambiciones del Pacto Verde Europeo. El informe expone las consideraciones políticas para la transición hacia la sostenibilidad en el marco del Pacto Verde Europeo, centrándose en las oportunidades para lograr la contaminación cero y la circularidad.
La gestión de las aguas residuales (orina, heces y las aguas grises sucias que enviamos por los desagües), así como la escorrentía urbana de las carreteras y las aguas residuales industriales, dista mucho de ser un proceso libre de contaminación en toda Europa. El tratamiento necesario para minimizar la contaminación del agua puede dar lugar a la producción de gases de efecto invernadero y lodos contaminados, que pueden pasar a contaminar el aire, los suelos y el agua.
Las plantas de tratamiento se enfrentan a retos adicionales, como el aumento de las aguas pluviales debido a las condiciones meteorológicas extremas provocadas por el cambio climático, y la realidad de que hay muchos más contaminantes en las aguas residuales urbanas de los que se reconocían anteriormente en la legislación de la UE. Tenemos un conocimiento limitado de los riesgos para la vida acuática que presentan las mezclas de sustancias químicas en las aguas superficiales, y muchas de estas sustancias proceden de productos utilizados en nuestros propios hogares. Además, la construcción, el mantenimiento y el funcionamiento de la recogida y el tratamiento de las aguas residuales tienen un elevado coste económico y de emisión de gases de efecto invernadero.
Las revisiones y evaluaciones de partes clave de la legislación europea, como las Directivas sobre tratamiento de aguas residuales urbanas y sobre lodos de depuradora, ofrecen la oportunidad de modernizar y mejorar la coherencia en todo el sector y de contribuir a la consecución de los objetivos del Pacto Verde europeo. El informe señala que es necesario actuar en otros ámbitos relacionados para ayudar al tratamiento del agua a lograr la sostenibilidad futura y a reducir la contaminación. En particular, es necesario realizar esfuerzos en las fases previas para garantizar un uso más eficiente del agua y el control de la contaminación, con el fin de minimizar tanto el volumen de agua a tratar como el nivel de contaminación. La legislación en materia de planificación debería permitir la innovación en los enfoques de la gestión del agua y de las aguas residuales, ya que las grandes plantas de tratamiento pueden ofrecer considerables eficiencias de escala, mientras que el tratamiento descentralizado de las aguas residuales puede permitir la circularidad a nivel local.
Otras conclusiones clave
- El tratamiento de las aguas residuales no es una solución única. Las condiciones locales exigen soluciones locales. Los recursos financieros, la disponibilidad de terrenos, la densidad de población, la naturaleza de las aguas receptoras y los tipos de actividad industrial influyen en las opciones disponibles. Garantizar enfoques flexibles para cumplir las normas de calidad necesarias puede permitir la innovación y las soluciones adecuadas a nivel local.
- Los incentivos económicos para el reciclaje y la legislación que ayuda a ampliar los enfoques circulares para el tratamiento de las aguas residuales urbanas, permitiendo que los recursos recuperados entren en el mercado, mientras que las barreras legales que limitan el uso de tales recursos – por ejemplo, los lodos de depuración – deben ser revisadas.
- Lograr la transición hacia un tratamiento más eficiente de las aguas residuales y una economía circular requiere un cambio no solo en los enfoques normativos e institucionales, sino también en la forma en que los ciudadanos apreciamos nuestras responsabilidades individuales y colectivas respecto a la gestión de las aguas residuales. Las soluciones basadas en la naturaleza, que proporcionan beneficios como espacios verdes y alivio de las inundaciones -por ejemplo, los cañaverales- pueden generar apoyo local.