Ekologistak Martxan asegura que el índice de reciclado real en 2014 fue del 38,5%, y no del 67,7% como afirma el Observatorio de Residuos de la Diputación Foral de Bizkaia.
La Diputación Foral de Bizkaia hizo públicos recientemente los datos sobre los residuos urbanos generados y tratados en 2014 en el territorio, asegurando que “el índice de reciclaje efectivo total se ha incrementado del 62,5% en 2013 al 67,7% en 2014”. Pero la organización Ekologistak Martxan ha puesto en cuestión estos datos, atribuyendo a la Diputación el uso de un indicador –el índice de reciclado efectivo– y una metodología que no se adapta a la normativa que se deriva de la aplicación de la Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE, y asegura que incurre en graves errores metodológicos de diversa naturaleza.
En opinión de la organización ecologista, “la Diputación Foral continúa trasladando a la ciudadanía una imagen muy distorsionada de la realidad del tratamiento de residuos urbanos en Bizkaia”.
Ekologistak Martxan se basa en el informe elaborado al respecto por el profesor de la UPV-EHU, Gorka Bueno, y asegura que aplicando la normativa recogida en las Decisiones y Guías de la Comisión Europea a los datos proporcionados por la Diputación, el índice de reciclado de residuos urbanos que computa para el cumplimiento de los objetivos europeos en 2020 (preparación para la reutilización y el reciclado del 50% de los residuos urbanos generados) fue en realidad del 38,5% en 2014, y no del 67,7 %.
Aun así, el porcentaje real podría ser incluso menor, ya que “la DFB computa como material reciclado 82.450 t de residuos recogidos selectivamente bajo el epígrafe “Residuos de construcción y reparación”. Este enorme flujo puede esconder una importante cantidad de residuos de construcción y demolición (RCD), que según la normativa europea no tienen la condición de residuos urbanos”.
Exigen aclaraciones
Por todo ello, el grupo ecologista considera que los datos de residuos urbanos de Bizkaia “evidencian elementos muy preocupantes que requieren aclaraciones por parte de la Diputación”. Así, además del mencionado asunto sobre el cómputo de RCD como RU reciclado, ha solicitado explicaciones respecto a otros puntos:
- Por qué la planta TMB derivó a vertedero en 2014 casi 40 kt de residuos que en un funcionamiento normal de la planta tendrían que haber sido incinerados;
- Cómo se va a multiplicar por ocho la cantidad de residuos urbanos compostados de aquí a dos años, para así cumplir con los objetivos del II PIGRUB;
- Por qué insiste la DFB en considerar las escorias de la incineradora de Zabalgarbi como RU reciclados, cuando estas no son residuos urbanos, no está acreditado que sean recicladas, e incluso existe una duda razonable sobre si mantienen la condición de residuo peligroso, al presentar entrada espejo en la lista europea de residuos (LER);
- Por qué la DFB considera, sistemáticamente, que todos los residuos incinerados en Zabalgarbi lo son con valorización energética, cuando hay evidencias de que la planta ha estado incinerando sin generar electricidad (132 días en 2013), o generando significativamente menos electricidad de lo esperable (2014).